La estructura de lavado de dinero de bandas de narcotraficantes ideada en Colombia en 1998 se ha diseminado por toda Latinoamérica. En El Salvador el sistema de préstamos llegó entre 2013 y 2014 sin que los gobiernos anteriores investigaran su accionar criminal.
Muerte, luto, deudas y problemas de salud son algunos de los daños causados por el sistema de estafas con préstamos «gota a gota», iniciado por estructuras criminales de Colombia a finales de los años noventa y a partir de esa fecha ha sido utilizado por delincuentes ligados al narcotráfico y otras actividades delictivas desde México hasta Chile.
Una fuente de la Fiscalía de Colombia detalló recientemente, que luego de que los nuevos carteles de la droga, con capos menos visibles que los que hubo en los años 90, vieron la posibilidad de lavar dinero a través del gota a gota, «se dedicaron a insertar las ganancias en el mercado legal a través de inversiones que hacen personas a su nombre en joyerías, minería ilegal, la construcción, la ganadería, el mercado del reciclaje y chatarrerías».
El sistema gota a gota se caracteriza por ser relativamente fácil de expandirse, ya que carece de un proceso y documentación formal, como sucede con las entidades financieras y es muy popular entre las personas que buscan soluciones prontas y fáciles a sus problemas de dinero.
El pasado lunes 17 de julio, el Gabinete de Seguridad del presidente Nayib Bukele en conjunto con la Fiscalía General de la República (FGR) anunció la desarticulación de una red de prestamistas colombianos ligados a lavado de dinero y que se instauró en El Salvador entre los años 2013 y 2014. En ese momento, la red criminal actuaba en complicidad con las casi extintas estructuras terroristas desarticulada con el combate frontal a las pandillas y el Plan Control Territorial.
En el operativo llevado a cabo en los últimos días detuvieron a 105 colombianos, dos guatemaltecos, un argentino y dos salvadoreños. También incautaron más de $70,000, 41 motocicletas, dos vehículos, 55 celulares y dos computadoras.
El fiscal general, Rodolfo Delgado, afirmó que los estafadores habían ocupado las comunidades que antes asediaron los pandilleros en el país. «En las comunidades que antes eran ocupadas por las pandillas se empiezan a ver colombianos que colocaban dinero en efectivo, este dinero era aparentemente colocado en forma de créditos de forma verbal».
Las autoridades explicaron que para realizar sus cobros la asociación criminal recurría a mecanismos ilícitos, tal como lo hacen en los demás países donde delinquen, es decir, que se dedican a ejercer la justicia por sus propias manos ya que solicitan el pago de estos préstamos por medio de lesiones, amenazas y extorsiones a los salvadoreños que cayeron en sus engaños. Es el mismo estilo que imponían delincuentes ligados al cartel de Cali, a finales de los 90, para tratar de lavar la mayor cantidad de dinero procedente de la venta de cocaína, algo que rápido se expandió por Ecuador, Brasil, y hasta llegar a México y Centroamérica.
En ocasiones, los delincuentes llegan a los asesinatos con miras a que las victimas salden sus cuentas. El 2018 fue uno de los años en los que se registró mayor actividad violenta por cuenta del gota a gota en Colombia: casos como el de Mónica Cortés o Yuli Ferrín, asesinadas a tiros en calles de Cali por no pagar sus deudas a la red delictiva.
La desesperación ante el impago a la organización criminal obligó, en febrero de 2019, a Paola Moreno Cruz, de 32 años, a lanzarse al vacío en la localidad de Ibagué, en el departamento de Tolima, en Colombia.
Otra de las alternativas que los delincuentes dan a sus víctimas para el pago de la deuda es realizar trabajo para la estructura. El ministro de Seguridad Gustavo Villatoro, detalló que en la investigación recabaron suficiente evidencia contra los colombianos en los diferentes allanamientos ejecutados en diversas zonas del país.
«La evidencia que encontramos en los allanamientos es que mandan a los colombianos que le deben dinero allá en Colombia. Los mandan a trabajar forzosamente acá en El Salvador y el líder de una de esas estructuras, de esas células, conserva los pasaportes de todos los colombianos que trabajan con él», dijo Villatoro.
Academia para estafadores
En mayo de este año, una investigación de La República de Perú, reveló que la estructura criminal creó academias en las que forman a extorsionistas, mientras que miles de emprendedores peruanos son víctimas de quienes ofrecen este servicio.
Las «escuelas gota a gota» son centros de inducción y capacitación en el cobro de préstamos con intereses exorbitantes. Tras la intervención policial se descubrió que estos lugares cuentan con departamentos de reclutamiento, formación en goteo y hasta regularización de deudas. En esta última área, se realizan las famosas llamadas extorsivas y posibles atentados, según ese medio.
En estos planteles de formación, la inducción es de 15 días, en los que se aloja y alimenta a los reclutas. Por si fuera poco, han implementado gimnasios para su uso. Una vez cumplidos los cinco días de inducción, los graduados recibían su kit gota a gota, que constaba de una moto, un teléfono móvil, tarjetas de presentación, mapas distritales y dinero en efectivo para préstamos al instante.
Medios opositores defienden a colombianos capturados en El Salvador
En días pasados, varios medios opositores al gobierno publicaron que los colombianos detenidos no poseían antecedentes criminales y eran víctimas del régimen de excepción, sin embargo, las investigaciones demostraron lo contrario.
Al respecto, el ministro Villatoro, cuestionó si esos medios trabajaban para los criminales o en favor de la población honrada, «Trabajan para sus ciudadanos o trabaja para los criminales. Nosotros trabajamos para terminarlos y tenemos toda la contundencia para eliminarlos de este país y vamos a seguir de la mano con la Fiscalía, Migración y todas las policías, por supuesto, con todas las instancias del estado salvadoreño para seguir protegiendo a los salvadoreños», enfatizó el titular de Seguridad.