Al igual que con la mayoría de los multimillonarios y multimillonarios, es imposible obtener una lista detallada de activos costosos para cualquier oligarca ruso. Lo mismo se aplica a Roman Abramovich, aunque todavía niega ser un oligarca ruso tal como lo definen las autoridades internacionales en la elaboración de la lista actual de sanciones.
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Ya sea que esté en connivencia con el presidente Putin o no, canalizando dinero hacia su guerra en Ucrania o no, Abramovich se encuentra entre los rusos sancionados en el Reino Unido, su antiguo país de origen adoptivo. En el momento en que se agregó su nombre a la lista, abordó uno de sus aviones privados y huyó al extranjero, y se embarcó en una misión no tan secreta para esconder cualquier activo multimillonario que pudiera ser incautado por las autoridades. Esto incluía su flota de superyates.
Como se señaló anteriormente, es difícil establecer exactamente qué embarcaciones son suyas con precisión, pero esto se sabe con certeza: posee el megayate Solaris de $610 millones, el megayate Eclipse de $600 millones, el superyate Halo de $ 71 millones y el yate explorador slash shadow de $ 24.6 millones Garcon. Dejando de lado el precio impresionante, estos cuatro barcos se consideran obras maestras del diseño naval y ofrecen niveles de lujo sin precedentes.
Los cuatro están ahora a salvo en aguas turcas, donde no están sujetos a sanciones y no serán confiscados.
Solaris y Eclipse han estado en Turquía desde principios de este año, y viajaron allí poco después de que se anunciaran las sanciones. Solaris está en Bodrum, mientras que Eclipse estaba, hasta el otro día, en Gocek. Los informes en los medios británicos señalan que Halo y Garcon también llegaronen Gocek el otro día, y que su llegada coincidió con la partida de Eclipse y rumbo a Marmaras.
Los cuatro barcos ahora están anclados, sin más planes de viaje, al menos, no según los datos disponibles públicamente.
Halo y Garcon habían sido detenidos anteriormente en Antigua y Barbuda, a instancias del gobierno del Reino Unido a principios de este año. Si bien una investigación posterior determinó que su beneficiario directo era, de hecho, Abramovich, las autoridades de Antigua y Barbuda no los incautaron porque no tenían leyes de sanciones.
El 22 de julio ambos barcos zarparon de puerto y se dirigían a Marruecos, según los datos que transmitían. En cambio, llegaron a Gocek, que parece haber sido el destino previsto todo el tiempo.
Abramovich puede negar sus vínculos con Putin o cualquier irregularidad, pero sus acciones revelan que planeó sus movimientos con anticipación, al menos en lo que respecta a llevar sus activos a refugios seguros.
Los informes afirman que ya no puede cubrir los costos generales de propiedad de los mismos activos, incluido el mantenimiento y los salarios semanales, pero al menos todavía los tiene a su nombre.
Algo de consuelo debe venir de eso: no todo el mundo puede presumir de tener 1.300 millones de dólares en barcos flotando en los puertos turcos.
