¿Cómo están las relaciones entre China y EE.UU, tras caída del cohete?

Los restos del cohete chino que tenía en vilo al mundo finalmente cayeron en el océano Índico. Las horas previas fueron tensas, porque de desconocía cuál lugar de la Tierra iba a ser su destino final. Incluso hay quienes siguieron su recorrido en vivo. No era para menos, el cohete Long March 5B se desplazaba a 28000 kilómetros por hora, tenía un tamaño aproximado de 30 metros y pesaba entre 17 y 21 toneladas.

Antilavadodedinero / Global Times 

China lo envió al espacio con uno de los módulos de su futura estación espacial que quiere activar en 2022. Cuando se supo que el cohete regresaba en caída libre, los servicios de inteligencia más importantes del mundo, como el Pentágono, al igual que el Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST), activaron sus alertas.

Este incidente se suma a una larga lista de desencuentros entre Estados Unidos y China. Ni Joe Biden, ni Xi Jinping se han pronunciado directamente, pero es conocida la tensión que manejan ambas potencias en diversos ámbitos: político, bélico y tecnológico. El terreno espacial también es decisivo, justamente China está construyendo esa estación buscando conquistar el espacio por encima de EE. UU.

La advertencia de la NASA 

La NASA quedó preocupada. Bill Nelson, administrador de la agencia espacial, reprendió a China por incumplir con los estándares responsables de la navegación espacial. La agencia EFE destaca que esta familia de cohetes carece de un sistema de propulsión adicional que les permita regresar a una zona concreta de la Tierra.

“Las naciones con viajes espaciales deben minimizar los riesgos para las personas y los bienes en la Tierra de la reentrada de objetos espaciales y maximizar la transparencia con respecto a esas operaciones», afirmó Nelson.

Pero el país liderado por Xi Jinping desestimó los señalamientos. No es la primera vez que niega responsabilidades, también lo hizo cuando rechazó el origen del COVID-19 en el mercado de Wuhan. En su lugar, creó teorías para lavarse las manos, como que el virus llegó a China a través de alimentos congelados importados desde occidente como Brasil y Canadá.

El medio estatal chino Global Times recurrió a un experto de nombre Song Zhongping. Aseguró que es «completamente normal» que restos de cohetes regresen a la Tierra, lo cual es «una práctica común que llevan a cabo muchos otros países, como por ejemplo Estados Unidos».

Sin embargo, esta afirmación no es así, a juzgar por la respuesta de la NASA que insiste en minimizar riesgos que atentan contra los habitantes de la tierra.

Habrán más cohetes chinos

Tomando en cuenta la respuesta de China, no es de extrañar que el evento pueda repetirse. La nota de EFE detalla que el ambicioso programa chino tiene previstos hasta 11 lanzamientos de este tipo entre 2021 y 2022, a fin de completar la construcción de su estación espacial antes del comienzo de 2023.

Antes de este evento que alarmó al mundo, ya había ocurrido algo similar con China. A mediados de 2018 el laboratorio orbital Tiangong 1, en desuso desde 2016 vagaba sin control. Finalmente entró de nuevo a la atmósfera terrestre sobre el océano Pacífico sur.

Durante el último incidente, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, fue consultado sobre si EE.UU. tenía la capacidad de derrumbar el cohete. El vocero afirmó que tienen capacidad para «hacer muchas cosas». Sin embargo, descartó ese plan.

Ya van dos noticias espaciales importantes originadas en China desde que Biden llegó al poder: la conquista que planea hacer con la nueva estación espacial y este cohete que alertó a los sistemas de vigilancia internacionales. Por ahora el mundo respira tranquilo, pero está claro que el régimen chino sigue con sus planes, sin dar demasiada importancia a las consecuencias.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Actualidad

Inscribete en nuestros cursos Online