Cómo fue la gran caída del «Faraón del bitcóin» en Brasil

Se conocen nuevos detalles sobre el caso del megaesquema piramidal con criptomonedas del llamado Faraón del Bitcóin en Brasil. Estos incluyen nexos con dinero del narcotráfico, donaciones de caridad para una iglesia y una conspiración para el asesinato de un rival.

Antilavado de Dinero / In Sight Crime.

En 2015, Acácio dos Santos, antes mesero y pastor religioso, fundó su primera firma de corretaje de criptomonedas, GAS Consultoria Bitcoin. Pronto llegó a manejar un amplio portafolio que movía cientos de millones de dólares.

Pero la historia de éxito se desmoronó rápidamente cuando dos Santos fue arrestado en agosto de 2021, acusado de construir un intrincado esquema piramidal.

Desde su captura, el caso ha dado varios giros, entre ellos la imputación de Acácio dos Santos en 288 casos civiles distintos, según Globo.

InSight Crime desglosa los principales hallazgos de esta fascinante historia criminal.

Una pirámide que creció rápido

En agosto de 2021, varios fiscales alegaron que Acácio dos Santos construyó el esquema piramidal prometiendo a los inversionistas ganancias de 10 por ciento mensual en inversiones con criptomonedas. Entre 2015 y 2021, el esquema movió más 380 millones de reales (US$67 millones), de los cuales casi la mitad se depositó entre agosto de 2020 y el mismo mes de 2021.

Varias transacciones sospechosas alertaron a los investigadores sobre el esquema. Por ejemplo, la esposa de Acácio dos Santos quedó bajo la lupa de las autoridades cuando recibió transferencias por más de 1.400 millones de reales (US$26,7 millones) de la firma de su esposo en un lapso de cuatro meses.

Todo eso culminó con la detención de Acácio dos Santos el 25 de agosto de 2021. En un allanamiento a su casa, las autoridades confiscaron alrededor de 20 millones de reales (US$3,5 millones) en efectivo y casi 600 bitcoines en activos digitales, entre otros bienes de valor.

Desde entonces la imputación ha crecido para incluir a otras 21 personas, incluida la esposa del Faraón, socios comerciales que aparentemente ayudaron a lavar el dinero, expertos financieros que ayudaron a enmascarar las transacciones y operadores más pequeños, que se encargaban de ampliar la pirámide en ciertas zonas de Brasil.

Conexiones con dinero del narco

Acácio dos Santos presuntamente no solo engañó a sus inversionistas, sino que también recibió dinero de narcos y milicias, según señalan los fiscales.

Estos sostienen que hay sospechas de que se movió dinero producto del narcotráfico en dos transacciones hechas en junio, en las que se depositó un total de 1,7 millones de reales (US$270.000) en la cuenta del corredor. Dos residentes de Cabo Frio, la ciudad sede de GAS Consultoria, hicieron los depósitos, pero no pudieron justificar la procedencia de la cuantiosa suma.

En otro hecho en abril pasado, la policía confiscó un helicóptero particular con 7 millones de reales (US$1.100 millones) a bordo. El dinero pertenecía a GAS Consultoria, que fue a la corte para intentar reclamar, infructuosamente, el dinero.

La conexión con las milicias, organizaciones criminales conformadas básicamente por militares y policías activos y en retiro, se develó cuando los fiscales descubrieron depósitos por 2 millones de reales de personas conectadas con un grupo que operaba al oeste de Río de Janeiro. En septiembre, se conoció que Acácio dos Santos recibió en su celda teléfonos móviles y comida, que pueden haberle facilitado sus contactos en las milicias.

Finalmente, un agente de bienes raíces sospechoso de participar en un esquema de lavado de dinero distinto hizo una transferencia de 5 millones de reales (US$890.000).

Imputado por tentativa de homicidio

A finales de octubre, cuando se amplió la investigación sobre Acácio dos Santos, este fue imputado por intento de homicidio contra Nilson Alves da Silva, dueño de una firma de criptomoneda rival.

En enero de 2021, Alves da Silva comenzó a propagar rumores sobre la investigación contra Acácio dos Santos, según Folha de S. Paulo. Al parecer usó esto para convencer a los clientes de dos Santos de que le traspasaran sus criptoactivos a él.

Esto llevó supuestamente a que el Faraón del Bitcóin contratara a un sicario para deshacerse de su competidor. Este recibió múltiples disparos cuando conducía su vehículo el 20 marzo. Alves da Silva sobrevivió al ataque, pero quedó ciego y paralítico.

El tiroteo fue perpetrado por cuatro sicarios, contratados por medio de un intermediario, según alegan las autoridades. Para complicar más las cosas, los atacantes se dieron a la fuga usando un vehículo clonado y uno regularizado, lo que dificultó mucho la investigación para las autoridades.

En el nombre del señor

Una de las formas como Acácio dos Santos atraía nuevos clientes con rapidez era al parecer su estrecha relación con pastores de la iglesia evangélica universidal del reino de Dios (Igreja Universal do Reino de Deus), según los medios brasileños. Aunque no se ha imputado a ningún representante de esa iglesia, esta congregación le daba un halo de respetabilidad a Acácio dos Santos, quien fue pastor de la misma en 2014, según un reporte de investigación de los fiscales.

En una reunión de la iglesia, Acácio dos Santos se conoció con su presunto socio principal en el esquema piramidal, Tunay Pereira Lima, quien también fue acusado por los fiscales.

Acácio dos Santos también hizo generosas donaciones a la iglesia, que recibió hasta 77 millones de reales (US$13,7 millones) en donaciones de este, su esposa, Pereira Silva y GAS Consultoria. Las arcas de la iglesia estaban llenas con 15 millones de reales (US$2,6 millones) el 12 de julio, según una investigación de Extra.

La iglesia ha rechazado categóricamente cualquier participación en delitos financieros, y aduce que las donaciones se recibieron «confiando en la buena fe«.

Un hermano arrestado por narcotráfico

El hermano de Acácio dos Santos también fue declarado hace poco del lado opuesto de la ley. En noviembre, Emerson Acácio da Silva fue detenido por narcotráfico en Cabo Frio, luego de que las autoridades lo sorprendieran vendiendo estupefacientes. Estando detenido, intentó tragarse varios billetes rotos y cuatro papeletas de crack antes de embarcarse en una pelea con los policías.

Aunque no parece tener relación con la operación de su hermano, esta no fue su primera visita a la estación de policía en Cabo Frio, donde los agentes lo conocen de vista. En su historial criminal se encuentran cuatro delitos menores por tráfico de estupefaciente, robo, posesión ilegal de arma de fuego y corrupción de menores, instigación a motines carcelarios y lesiones personales.

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