La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) arrestó a una mujer de Los Ángeles, en California, acusada de contratar a un sicario para que asesine a un integrante de su círculo familiar.
Para llegar hasta ella, las autoridades se valieron de una fuente del Departamento de Seguridad Nacional de aquel país, un hacker condenado por delitos vinculados a material de abuso infantil.
La mujer, que trabaja como peluquera en Los Ángeles, fue detenida por el FBI como la principal sospechosa de pergeniar un crimen intrafamiliar. Según informó Forbes, en el año 2021 Julia Coda usó el seudónimo “Bonfire” en la web oscura (las “alcantarillas de Internet”, donde la criminalidad es moneda corriente) para contratar a un sicario. Los informes señalan que pagó el equivalente a 10.000 dólares en Bitcoins para asesinar al padre de su sobrina.
De acuerdo a la fuente, luego de la muerte de su hermana, Coda culpó a ese hombre del secuestro de la menor, ideó el homicidio y procuraba encubrirlo como una supuesta muerte por sobredosis de drogas.
El modus operandi es habitual: personas condenadas se convierten en informantes de las fuerzas policiales. En este caso, el FBI apeló a una fuente del Departamento de Seguridad Nacional, un ciudadano extranjero y experto en hacking que en el pasado fue condenado por delitos relacionados a distribución de material de abuso a niños.
Ese hombre se identificó como fuente del mencionado Departamento, y trabajó para el gobierno desde el año 2018 en el marco de un “acuerdo de ofrecimiento de pruebas” que implica la entrega de información relevante en investigaciones a cambio de un trato indulgente, según nota el sitio Gizmodo.
Otra variable ayudó al FBI a llegar hasta Coda, que había configurado la cuenta de criptomonedas con su nombre real.
Los sicarios en la dark web y los anzuelos del FBI
La plataforma a la que ingresó la acusada del crimen es parte de una trampa que las fuerzas del orden ingenian para atrapar a asesinos y personas involucradas en delitos. Se cree que muchos de los sitios en la web oscura en los que sería posible vincularse con sicarios, en verdad son falsos, anzuelos para descubrir esas acciones.
Además, ese entorno en la dark web había sido pirateado previamente por el hombre que luego fue el informante del FBI. Siguiendo a Forbes, “este caso involucra dudas sobre si el gobierno debería haber confiado en una fuente con una condena previa y que acababa de cometer presuntamente otro acto ilegal: piratear un sitio web sin autorización”.
Tim Howard, exfiscal del Departamento de Justicia estadounidense, explicó al respecto que la legalidad o ilegalidad del empleo de datos de una fuente de esta especie depende de si el gobierno alentó o no al hacker. “Si un pirata informático sin relación previa con el gobierno vierte un montón de documentos, el FBI puede utilizar esos materiales”, señaló el especialista.
Ahora bien, si las autoridades incitaron a una fuente, por ejemplo con la promesa de no determinar condenas por delitos que condujeron a información para una investigación, los investigadores se encontrarían en lo que Howard describió como una “zona gris”.