Alrededor de 200 millones de dólares fueron recaudados por organizaciones benéficas para ayuda humanitaria a los residentes de Gaza y parte de ello fue transferida directamente a Hamás. Eso dijeron funcionarios de Israel a The Washington Post. Según la investigación, Hamás utiliza parte del dinero de las donaciones para pagarles a sus terroristas, reponer sus reservas de cohetes y armas y financiar actividades políticas en todo el mundo.
Según la investigación del diario estadounidense, funcionarios de Estados Unidos, Europa y Oriente Medio estiman que la recaudación de fondos, a veces llevada a cabo por organizaciones benéficas legítimas, se ha convertido desde el 7 de octubre en una de las fuentes de ingresos más importantes, y aún más desde el comienzo de la maniobra terrestre de las FDI en la Franja de Gaza. Según el diario, esto se debe a la incapacidad de Hamás de cobrarles impuestos y tasas a los habitantes de Gaza, que hasta el estallido de la guerra eran la principal fuente de ingresos de la organización terrorista.
«Existe una tremenda necesidad en Gaza en este momento, y es muy fácil para alguien subir un sitio web con una foto de un bebé herido», dijo un ex alto funcionario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que estuvo involucrado en la lucha contra el terrorismo. «Es una oportunidad real si recaudás donaciones para Hamás».
Organizaciones benéficas se aprovechan de la difícil situación humanitaria en Gaza y hacen que las masas de todo el mundo abran sus bolsillos. Por ejemplo, en la iniciativa de financiación colectiva que se abrió en Kuwait el 9 de octubre, mucho antes de que comenzara el ataque terrestre, era posible donar para «familias afectadas en Gaza». En los primeros tres días se recaudaron 8,3 millones de dólares.
«Nos llamó la atención que pudieran recaudar 8 millones de dólares en menos de una semana», dijo un ex funcionario del Tesoro a The Washington Post. «Está en curso y cada semana aparecen nuevas campañas». No es una idea original. La ONU acusó en 2011 de que se había hecho un intento similar en Pakistán y Afganistán para recaudar fondos que finalmente fueron transferidos al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.
En noviembre, el gobierno estadounidense impuso sanciones a las fundaciones que realizan campañas de financiación colectiva en las redes sociales en apoyo a Gaza. Desde el 7 de octubre, funcionarios del Tesoro de Estados Unidos han viajado repetidas veces a capitales europeas y de Medio Oriente para intentar detener la recaudación de fondos para Hamás y han coordinado esfuerzos para garantizar que el dinero se transfiera realmente a organizaciones de ayuda legítimas.
Turquía, que ha expresado su apoyo explícito a Hamás desde el estallido de la guerra, hizo posible la creación de organizaciones benéficas pro Hamás, algunas de las cuales ahora están bajo sanciones de Estados Unidos.
En el Ministerio de Finanzas dijeron al diario que sus conversaciones con sus homólogos en Turquía fueron «difíciles», pero destacaron que lograron bloquear el acceso de Hamás a cuentas bancarias extranjeras.
Sin embargo, altos funcionarios actuales y anteriores del Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijeron al diario que Hamás ha encontrado formas «inteligentes» de obtener los fondos que sus partidarios recaudan en todo el mundo. «Tácticas modernas y otros métodos que se remontan a la Edad Media», dijeron.
Según la investigación, Hamás es un conocido usuario de criptomonedas, incluida Bitcoin. Según registros estadounidenses, desde 2020 se han realizado más de 300 transacciones que implican la transferencia de criptomonedas a cuentas de Hamás identificadas como «objetivos potenciales de financiación del terrorismo».