Lo único que tienen en común el expresidente priista y el nuevo responsable de la inteligencia financiera en México es un apellido. Santiago Nieto trabajó como fiscal electoral durante el peñismo y todo iba bien, hasta que exhibió que un amigo del presidente Peña Nieto estaba siendo investigando a fondo. Rápidamente fue retirado del cargo y después del triunfo de la izquierda en julio pasado, Nieto se aseguró un puesto en la unidad de inteligencia financiera (UIF) de la secretaría de hacienda.
Desde este lugar, su trabajo ha comenzado de forma acelerada. Nieto ya presentó una serie de denuncias para desarticular varias empresas fachada que han favorecido al cártel más poderoso de México, asegura el exfiscal electoral. Ahora, después de revisar las acciones de la presidencia anterior en materia de delitos financieros, el jurista mexicano señala como inexistente la atención a estos actos ilegales por parte de la PGR y la administración de Enrique Peña. Además reconoce que no se puede avanzar en un país sin fiscal anticorrupción, sin fiscal electoral y sin fiscalía general.
Para Santiago Nieto, las acciones de inteligencia financiera en el 2018 fueron lamentables. No hay registros de una verdadera vocación por trabajar siquiera en la detección y el castigo a empresas o personas que estuvieran realizando delitos financieros en el país. Se habla de decomisos minúsculos de hasta 10 euros, cero cuentas bancarias aseguradas y un monto máximo de 153 mil dólares como el gran aseguramiento de toda la unidad de inteligencia financiera en este año. Para el titular de la UIF, básicamente no se trabajó en este tema durante el último año de la presidencia peñista.
Tampoco hay sentencias de juicios orales y las personas sentenciadas son apenas seis, reconoce Nieto. Todo esto se debe a la ausencia de una fiscalía general libre y capaz de atender estos delitos. Recordemos que durante la recta final de la presidencia de Enrique Peña, las fiscalías quedaron sin titulares fijos que pudieran generar investigaciones contundentes. Santiago Nieto reconoce que su destitución después de investigar el caso Odebrecht en México es un ejemplo claro de cómo se trabajó en la pasada administración.
La mayoría de quejas del nuevo líder de inteligencia financiera siguen apuntando a la falta de capacidad o interés del gobierno peñista. Para Santiago Nieto, es necesario empezar a trabajar de inmediato en el castigo a delitos financieros que han generado el poderío de cárteles mexicanos, de cárteles huachicoleros y los millonarios desvíos masivos entre gobierno y partidos políticos (haciendo un guiño al caso Chihuahua, en donde está relacionado César Duarte). Por eso mismo celebró que el gobierno obradorista ya trabaje en la extradición del priista chihuahuense escondido en Texas.
El financiamiento ilícito ha sido una tendencia en los últimos años, reconoce Santiago Nieto, por lo tanto apunta todas sus futuras investigaciones a terminar con este delito y castigarlo con la severidad que el gobierno permite. Su trabajo dentro de la administración obradorista, comenta, es asegurar que México no sea una nación en donde los delitos financieros sean ignorados o minimizados por parte de la UIF. Para que esto funcione es necesario contar con un fiscal independiente que genere las investigaciones necesarios para tumbar a los culpables sin compromisos políticos de por medio. Por el momento su trabajo apunta a tres objetivos: César Duarte, Emilio Lozoya y las empresas fachada del narco mexicano.