Irmgard Furchner, de 96 años, una antigua secretaria de un campo de concentración nazi, se dio a la fuga antes de la apertura de su juicio, en el que debía ser juzgada este jueves 30 de septiembre en una ciudad en el norte de Alemania por complicidad en el intento de asesinato de más de 11.000 personas.
Antilavado de Dinero / DW.
«La acusada se dio a la fuga (…) y se ha lanzado una orden de arresto», anunció el presidente de la corte, 20 minutos después de la hora prevista para el inicio del juicio en la ciudad de Itzehoe.
«Abandonó su hogar (para personas de la tercera edad) esta mañana. Tomó un taxi», precisó una portavoz del tribunal, Frederike Milhoffer. Su paradero se mantiene desconocido.
Su abogado, por su parte, Wolf Molkentin, sí estaba presente en la sala, pero no hizo ninguna declaración.
Este juicio precede al de un centenario, un exguardia del campo de concentración nazi de Sachsenhausen, cerca de Berlín, que comenzará dentro de una semana.
Antigua imagen de la oficina central de Stutthof
Juzgada por un tribunal especial
La acusada, Irmgard Furchner, tenía en el momento de los hechos entre 18 y 19 años y por ello iba a ser juzgada por un tribunal especial para jóvenes de Itzeohe. En la actualidad, vive en una residencia de ancianos de Hamburgo.
Está acusada de «complicidad de asesinato en más de 11.000 casos» en el campo de concentración de Stutthof, en la actual Polonia, donde trabajó como taquígrafa y secretaria del comandante del campo, Paul Werner Hoppe, entre junio de 1943 y abril de 1945.
Furchner ya había declarado dos veces como testigo, en 1954 y 1962, acerca de su papel en el campo de concentración de Stutthof. Hasta ahora Alemania nunca había juzgado a exnazis tan ancianos.
Además, el juicio se debía llevar a cabo en vísperas del 75º aniversario de la condena a muerte por ahorcamiento en Núremberg de 12 de los principales dirigentes del Tercer Reich.