La atención de la crisis sanitaria generada por el profundo impacto de la pandemia de la covid-19, elevó las alarmas de corrupción en el país, de acuerdo con el último informe de Doing Business de la firma PricewaterhouseCoopers (PwC).
Antilavadodediero / Elnuevosiglo
En el análisis se explica que “la crisis causada por la covid-19 y sus múltiples impactos en la economía, han generado una serie de riesgos de fraude dentro de las organizaciones, los cuales, en principio, se han materializado por la omisión y/o el debilitamiento de los controles y sistemas de prevención”.
Indica el informe que “las principales tipologías de corrupción que se presentan en Colombia son: Conflictos de intereses no revelados, solicitud o pago de dádivas/sobornos/coimas, tráfico de influencias, direccionamiento de contratos, pagos de bienes/servicios no recibidos, entre otros delitos contra la administración pública”.
Sostiene el Doing Business, que “la corrupción se está presentando de múltiples maneras, desde el soborno alrededor de las pruebas, tratamientos y otros servicios sanitarios, hasta la contratación irregular de suministros de salud y la preparación inadecuada frente a emergencias en general. Sin embargo, en tiempos de crisis, el riesgo de fraude y de corrupción persiste y tiende a incrementarse sin discriminar industrias o mercados”.
Señala que el Índice de Percepción de Corrupción 2020, publicado por Transparencia Internacional en enero de 2021, proporciona una fuente interesante de información sobre el nivel de corrupción experimentado en 180 países alrededor del mundo.
Percepción
En 2020 Colombia obtuvo una calificación de 39 sobre 100 puntos, dos puntos por encima respecto al Índice publicado en 2019, bajo el cual el país obtuvo una calificación de 37. Sin embargo, estadísticamente esta variación no debe considerarse como un avance significativo. Colombia se posicionó en el número 92 del ranking de los 180 países que hacen parte del índice (siendo 180 el país con mayor percepción de corrupción).
De otra parte, el informe resalta una información publicada por la Fiscalía General de la Nación de Colombia (FGN) en diciembre de 2019, en que durante este mismo año se detectaron en Colombia movimientos relacionados con lavado de activos por más de $6.300 millones (US$1,86 millones). No obstante, el más reciente Informe de Evaluación Mutua del GAFILAT del 2018 sobre Colombia indica que existe una serie de estimaciones de los montos de dinero que se blanquea anualmente en Colombia, indicando que corresponde alrededor del 5,4% al 7,5% del PIB (US$14.650 millones-US$20.347 millones).
Lavado
El mismo informe indica que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Riesgos del 2019 de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), se identificó que los delitos que representan la más alta amenaza para Colombia en términos de Lavado de Activos son aquellos que atentan contra la administración pública: peculado por apropiación, prevaricato, cohecho y concusión, enriquecimiento ilícito, tráfico de estupefacientes y el testaferrato.
Los delitos catalogados como amenaza media son el contrabando y los delitos financieros, siendo, finalmente, los delitos de amenaza baja el tráfico de hidrocarburos, el tráfico de migrantes, la trata de personas, la extorsión y el secuestro.
Por otro lado, y en cuanto a la Financiación del Terrorismo, se estableció que el más alto nivel de amenazas en Colombia proviene principalmente del ELN (Ejército Nacional de Liberación) y de los Grupos Armados Organizados Residuales, como lo son las disidencias de las Farc.
Como amenaza medio-alta a nivel local, se determinó el Clan del Golfo, seguido, en un nivel medio de amenaza, por los grupos criminales los Pelusos y los Caparros. Asimismo, a nivel regional y como amenaza baja, se estableció el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación. Finalmente, y a nivel global, la Encuesta califica con impacto medio e impacto bajo el Daesh (Estado Islámico) y Hizballah, respectivamente, indicando que Colombia puede ser utilizada por estos últimos como punto de tránsito.
Asimismo, los casinos, el mercado de giros postales, el contrabando de dinero en efectivo, las transferencias electrónicas, las remesas, las divisas electrónicas y las tarjetas de débito prepagadas, corresponden a las tipologías más utilizadas para repatriar productos ilícitos a Colombia, derivados principalmente del narcotráfico.