La Fiscalía del Distrito Sur de Florida anunció, a través de un comunicado, la condena por parte del jurado federal de Javier Hernández un miembro del grupo crimen organizado transnacional, acusado de lavado de dinero, tráfico de migrantes, tráfico de bienes robados y soborno a funcionarios públicos.
El sujeto de 50 años fue condenado en Miami Beach, Florida, luego de un juicio con jurado, quien destacó el papel de Hernández dentro de un grupo violento que opera en Cuba, México, España y el sur de Florida desde 2009.
Según el comunicado, las pruebas presentadas en el juicio demostraron cómo Hernández y su coacusado, Ramón Reyes Aranda, 38 años, robó barcos frente a la costa oeste de Florida después de que este último identificara las embarcaciones y Hernández las transportara a México, donde serían utilizadas para financiar y facilitar las actividades ilegales de la empresa.
Antes del juicio, Reyes Aranda se declaró culpable de participar en una conspiración para lavado de dinero promover el tráfico de bienes robados y el soborno de funcionarios públicos.
Lea también: Trump recibe otra multa de 10.000 dólares por violar orden del juez en caso de fraude
El boletín también señala que después del robo se formó una extensa operación multinacional, encabezada por autoridades policiales estadounidenses y mexicanas, para combatir las actividades de un violento grupo del crimen organizado transnacional conocido colectivamente en México como “La mafia cubana en Quintana Roo”.
A través de esta operación, los agentes del orden supieron que José Miguel González Vidal, 36 años de edad; Reynaldo Abreu García56; Yohismy Pérez González40; Yosvani Carbonel Lemus43 años; Reynaldo Crespo Márquez44 años y Jancer Sergio Ramos Valdés, 37 años de edad, todos ciudadanos cubanos residentes en México al momento de los cargos, junto con Maikel Antonio Hechavarría Reyes y Mónica Susana Castilloambos de México, formaban parte de un grupo del crimen organizado que se beneficiaba de diversos esquemas, incluido el tráfico ilícito y la extorsión de migrantes cubanos como rehenes retenidos en México para el pago de tarifas de contrabando.
Según prueba contenida en el expediente judicial, González Vidal presentó a Hernández a Reyes Aranda para que trabajaran juntos en el transporte de embarcaciones robadas para la organización. Tanto Hernández como Reyes Aranda fueron pagados por González Vidal y otros miembros de la organización para el transporte de los bienes robados.
