Las cuentas de José Ángel Ramos, el abuelo y tutor del menor que cometió el tiroteo del viernes pasado en una ciudad del norte de México que dejó dos muertos y seis heridos, fueron congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda.
Por Infobae/AL
“El señor José Ángel Ramos, padre e hijo, se encontró algún tipo de actividad irregular en cuanto al flujo de efectivo a sus cuentas bancarias y a empresas vinculadas con él”, señaló el titular de la UIF, Santiago Nieto.
Antes, Nieto había dado el informe durante la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Las cuentas del abuelo y el padre del menor que disparó el viernes pasado están siendo investigadas por lavado de dinero y defraudación fiscal.
Además, la abuela del menor, Rebeca, está también involucrada, aunque ella no fue detenida por las autoridades como su esposo, que ayer fue formalmente acusado del delito de omisión en el homicidio doloso de la profesora María Assaf Medina, ya que fue su propia negligencia la que llevó al niño a poder acceder a las armas ilegales que poseía y disparar en el Colegio Cervantes, en Torreón, la capital de Coahuila.
El abuelo presentó un flujo en efectivo de 121 millones de pesos hacia empresas, recepción por 24 millones de pesos en sus propias corporaciones, y seis vehículos de lujo en dos años: tres de la marca BMW, tres Jeep Cherokee.
La abuela, por su parte, habría adquirido tres camionetas de lujo blindadas, transferencias de dinero a Estados Unidos y un detalle por defraudación fiscal. “No hay fundamento para tener esos flujos de capital de una persona que tiene registrada una casa, un lugar de rentar para fiestas”.
Ahora, los familiares de José Ángel serán investigados y deberán comprobar el flujo inusual de dinero en sus cuentas, sobre todo porque, siendo efectivo, las alarmas han saltado inmediatamente, según Nieto.