En los 21 meses recientes, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público congeló en Puebla más de 25 mil operaciones bancarias en las que se hicieron depósitos por más de 12 mil millones de pesos de personas físicas y morales que fueron incluidos en la lista de sujetos bloqueados por favorecer, ayudar, auxiliar o cooperar en operaciones con recursos de procedencia ilícita o financiamiento al terrorismo.
AntilavadoDeDinero / jornada.com.mx
El incremento en la obstrucción de cuentas bancarias, efectuado durante el mismo tiempo que lleva de gobierno el morenista Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, ha sido superior a mil 500 por ciento de incremento y el monto confiscado en dólares estadunidenses ha sido 10 mil por ciento mayor al del mismo periodo del gobierno anterior.
Así, pasó de 800 operaciones bancarias incautadas en 2018 a 12 mil 80 en 2019 y a 13 mil 188 en los primeros nueve meses de 2020.
La abogada Natalia González Díaz, docente de la Universidad Iberoamericana en derecho fiscal y servidora público en el Tribunal Colegiado en el Poder Judicial de la Federación, comentó que el aumento a la intervención de cuentas ha sido “alarmante”, pero justificó que la reforma fiscal, que ha sido calificada de “feroz”, pues México era considerado un paraíso fiscal.
González Díaz advirtió del crecimiento de operaciones fraudulentas y estimó que el lavado de dinero podría alcanzar 25 por ciento del capital que circula en Puebla. Explicó que este fenómeno, como en el resto del país, ha sido resultado de la permisibilidad, las condonaciones la y discrecionalidad en el cobro de impuestos.
En los primeros nueve meses de 2020 fueron suspendidas 13 mil 188 cuentas bancarias por operaciones inusuales; los montos operados fueron de mil 514 millones de pesos, 289.7 millones de dólares y 5 mil 598.46 euros.
“Hubo una cultura fiscal muy permisiva en años anteriores y cuando quisieron remediarlo era imposible. Empresarios se mal acostumbraron a no pagar impuestos y cuando les quitaron algunos beneficios empezaron a otras estrategias ilícitas muy agresivas para evadir. Los ingresos son evidentes, pero no son reportados. Se valen de facturas falsas y caen en más ilícitos. Muchos factores han contribuido a esta cultura de empresas fantasma y lavado de dinero, que en México es tan fuerte y está tan arraigada», acotó la abogada.
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