El coronel retirado, Martín Arrauth divulgó gran cantidad de documentos sobre presuntas actuaciones irregulares y corrupción en el Ejército de Colombia.
Antilavadodedinero / Telesurtv.net
Medios locales de Colombia reflejaron este martes las declaraciones del coronel retirado, Martín Arrauth, quien participara en la misión Bastón, investigación que reveló uno de los peores escándalos de corrupción al interior del Ejército en ese país.
Arrauth fue comandante de Contrainteligencia del Ejército desde el 2015 hasta el 2018, y también, hombre de confianza del excomandante de las fuerzas militares, general Alberto José Mejía, actualmente embajador de Colombia en Australia.
De acuerdo con sus propias declaraciones, Arrauth reestructuró y reorganizó la Contrainteligencia del Ejército y planeó, por orden del mando superior, no solo la misión Bastón, sino más de otras 700 misiones de trabajo.
El objetivo de estas operaciones era identificar, interrumpir o contrarrestar un conjunto de actividades de inteligencia extranjera, llevadas a cabo por organizaciones terroristas, agentes generadores de factores de inestabilidad y de cambios.
Además, su trabajo estaba encaminado a detectar otras amenazas, para la preservación de personal, instalaciones, infraestructura, equipos, materia e información, bajo los fundamentos constitucionales y legales correspondientes.
Arrauth también divulgó gran cantidad de documentos sobre presuntas actuaciones irregulares, criminales y de corrupción de oficiales, que encontró en los casi tres años que estuvo al frente de la Contrainteligencia militar.
Sobre su trabajo, el coronel Arrauth aseveró que «muchos de los procesos se llevaron de la mano de la Fiscalía y la Procuraduría, que los entes de control tienen los documentos y que son indagaciones que cuentan con mas de 25.000 pruebas de poligrafía y que tienen grabaciones que nadie puede borrar”.
Y agregó que «gracias a esas misiones de trabajo, sacaron a más de 3.000 hombres de la fuerza y que por eso es blanco de muchos ataques, al punto que hicieron una bolsa de $600 millones de pesos (más de 150.000 dólares) para asesinarlo».