El 12 de febrero, la abogada Marie Colon Miro solicitó para “El Chapo” un cambio en las condiciones en las que está detenido o bien su extradición a México; ambas peticiones fueron rechazadas por la Corte.
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La Corte de Distrito de Colorado rechazó la solicitud de habeas corpus que presentó la defensa de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, por considerar que su cliente, quien cumple su condena de cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad ADX en Florence, está detenido ilegalmente y bajo condiciones “crueles, inhumanas, equivalentes a tortura mental y física”.
En un documento entregado a la corte el 12 de febrero, la abogada Mariel Colon Miro solicitó para “El Chapo” un cambio en las condiciones en las que está detenido o bien su extradición a México. Ambas peticiones fueron rechazadas por el juez Gordon P. Gallagher en documento fechado el 19 de febrero.
El 17 de julio de 2019, “El Chapo” fue sentenciado a cadena perpetua por una corte federal de Nueva York por 10 delitos relacionados con el narcotráfico. Su defensa ya presentó una apelación.
Sin embargo, en su petición de habeas corpus, Colon asegura que desde que fue extraditado a Estados Unidos, hace cuatro años, “Guzmán ha estado en confinamiento solitario, sin contacto humano y bajo Medidas Administrativas Especiales”.
Desde entonces, subraya, “Guzmán es mantenido en condiciones carcelarias crueles e inhumanas, en aislamiento permanente, en lo que equivale a tortura física y mental”.
En la prisión donde cumple su sentencia, añade, el capo mexicano se encuentra en una Unidad de Seguridad Especial, “donde está confinado a una celda” de 2.1 por 3.6 metros, las 24 horas del día. Dicha celda, explica, “sólo tiene una pequeña ventana” de unos 60 cms de alto 10 de ancho.
Los alimentos, acota, los recibe “a través de un pequeño agujero en la puerta de su celda, y no tiene más contacto humano que el de los guardias que acuden a ponerle/removerle los grilletes”.
Guzmán, asegura la defensa, “tiene prohibido cualquier contacto/comunicación verbal con otros presos”. Los guardias le hablan en inglés, aunque él no conoce el idioma.
Tampoco se le permiten visitas, ni cartas familiares, o ver televisión en español. Sólo puede recibir dos llamadas al mes, de 15 minutos, con miembros preautorizados de su familia.
Esta situación, argumenta, “lo hace sufrir tremendamente”. “Se la pasa sentado, sin nada que hacer, rodeado de las mismas cuatro paredes, en un ambiente sombrío y deshumanizante”.
El documento señala que a “El Chapo” no se le proporciona comida adecuada, ni medios para limpiar su celda y que desarrolló hongos en los pies porque los presos comparten el mismo corta uñas.
Aunque a su llegada a ADX se le permitía hacer ejercicio en exteriores 9-10 horas a la semana, en una celda individual, desde diciembre de 2019 y hasta la fecha sólo se le permiten hasta dos horas de ejercicio y, algunas veces, ni siquiera eso.
La defensa del narcotraficante mexicano propone dos soluciones: que el personal de la prisión resuelva la situación y mejore las condiciones de detención, o que el juez emita una orden de habeas corpus, que permita que Guzmán sea liberado y “extraditado a México”, advirtiendo que “si Guzmán sigue viviendo del modo en que lo está haciendo, enfrenta un riesgo inminente y sustancial de deterioro mental duradero”, junto con otros problemas de salud físicos.
En su respuesta, el juez Gallagher señaló que no aplica la petición de habeas corpus y que por tanto, se pide desechar la moción.