A partir del caso de un docente de Pilar que denunció haber sido víctima de un hackeo informático mediante el cual desconocidos vaciaron su cuenta en el banco Supervielle –además de sacar un crédito a su nombre-, se multiplicaron las quejas en torno a delitos similares relacionados a entidades bancarias.
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Además, cabe recordar que, en Pilar, las estafas telefónicas y problemas de este tipo con los bancos ocupan en lo que va de 2021 el primer lugar en los reclamos de la Defensoría del Pueblo.
La situación que -con gran repercusión- dio a conocer El Diario, es la que le sucedió a Gonzalo Velázquez, conocido profesor de educación física del distrito, quien el pasado 30 de junio detectó que su cuenta bancaria había sido vaciada. Además, se les había otorgado a dos desconocidos un crédito por 600 mil pesos a su nombre.
Su sorpresa fue mayor cuando el propio banco lo responsabilizaba de dicha acción “por haberle dado su clave a terceros”, algo que Velázquez jamás hizo.
Indefensos
Luego de la publicación, no tardaron en sumarse testimonios de vecinos que sufrieron estafas similares vinculadas con bancos de los que son clientes. En este sentido, Alejandra Schuster advirtió que “el ICBC también hace esto. Aparecen cargos en tu tarjeta de crédito que jamás hiciste”.
Mientras que Alejandra Yeri apuntó a la sucursal de Pilar centro del banco Supervielle, la misma donde radica la cuenta del docente estafado: “Yo tengo problemas hace dos años con el mismo banco y misma sede, se hacen los re p… te dan números para reclamar y llamás pero nunca te dan solución, hasta la asignación me chorearon (sic)”.
“Mi padre que es jubilado y cobra en el Banco Nación de Pilar, el año pasado, compró un juego de sanitarios a pagar por 18 meses. Venía pagando las cuotas, y en febrero o marzo descubre que de su tarjeta le sacaron dinero. Cuando hizo su descargo le dijeron que de su tarjeta de crédito le descontaron eso”, relató Graciela González, para agregar que desde la entidad bancaria “no supieron responder”.
Quejas
En el caso del docente, este asegura que en los últimos días no había recibido mails ni llamados sospechosos, ni que nadie intentó hacerle un “cuento del tío”, por lo que se trataría de un hackeo liso y llano.
En cambio, en los últimos meses, las estafas telefónicas (que en muchos casos terminan con robos de cuantiosas sumas de dinero) se intensificaron en el distrito. Por ejemplo, la Defensoría del Pueblo recibe entre 8 y 10 consultas diarias por esta modalidad delictiva.
Dichas estafas telefónicas suelen comenzar con un llamado en el que una persona -supuesto representante de un estudio jurídico que dice haberle comprado la cartera de deudores a un banco determinado- le advierte a la víctima que tiene una deuda con una entidad bancaria.
A eso sigue una amenaza con supuestos embargos de sueldos y bienes, a cambio de que la persona facilite las claves para acceder a sus cuentas.
Es por esto que desde la Defensoría del Pueblo se advirtió la importancia de no brindarle a nadie, bajo ningún concepto, las contraseñas de acceso a las cuentas bancarias.
Otro tipo de estafa es la que se comete por Internet o incluso por Whatsapp. La advertencia es similar: no incluir claves telefónicas en ningún enlace enviado a través de un correo electrónico o de un mensaje.
De la misma forma, no es recomendable utilizar Internet por conexiones abiertas de una plaza o en un bar, porque las cuentas pueden ser hackeadas.
Ante este tipo de estafas, se incita a realizar la denuncia en la Fiscalía especializada en cyberdelincuencia, llamar al 911 o bien acercarse a la Defensoría del Pueblo.
Recomendaciones
• No brindarle a nadie, bajo ningún concepto, las claves de acceso a las cuentas bancarias.
• No incluir claves en ningún enlace enviado a través de un correo electrónico o de un mensaje.
• No utilizar Internet por conexiones abiertas de una plaza o un bar.