Un ‘memecoin’ puso al mundo entero a hablar de criptomonedas cuando la noche del viernes 14 de febrero, el presidente argentino, Javier Milei, recomendó a sus 3,8 millones de seguidores en X invertir en $Libra, una nueva criptomoneda que disparó su valor en minutos hasta alcanzar una cotización global de 4.000 millones de dólares.
Tan pronto como ascendió, un detalle llamó la atención sobre este ‘memecoin’. El dominio apareció el mismo viernes y $Libra fue creada tres minutos antes del trino de Milei. El caos se desató y $Libra se desplomó. El presidente argentino resultó la pieza clave de una estafa que, según Bloomberg, dejó US$251 millones en pérdidas y ganancias de US$180 millones para los operadores que primero invirtieron y retiraron su dinero cuando $Libra se masificó .
Entonces, la fórmula inflamable de las ‘memecoin’ se hizo palpable: criptomonedas que combinan nacionalismo, culto a líderes populistas y comercio altamente especulativo. Fue la demostración de que las criptomonedas son un mundo intenso y complejo, aún cuando son cada vez más populares entre las personas.
En gran medida, se trata de un mundo que necesita traducción, pues una amplia porción de la población todavía no entiende su historia, riesgos ni la relación que tienen con los derechos humanos. Al menos no con la profundidad suficiente para tomar decisiones cada vez más autónomas e informadas.
Las criptomonedas están encriptadas para la mayoría. ¿Qué son? ¿De dónde vienen? ¿Cómo funcionan? ¿Cómo están cambiando el flujo de dinero mundial? Si algunas personas tienen despejadas dudas sobre su valor y origen, otras desconocen su vínculo con la política y sus personajes, que en regiones como América Latina están alineados con discursos de ultraderecha, mientras que otras no tienen claro las consecuencias que provoca su uso en su realidad más local ni quién debe responder cuando se salen de control.
Mientras el mundo gira en torno a una realidad política y económica frenética y convulsa, en la que están en crisis grandes acuerdos sobre los derechos humanos, la conversación sobre las criptomonedas empieza a estar mucho más presente. Hacen falta muchos más ojos atentos sobre el papel que están desempeñando: no para satanizarlas, sino para activar una ciudadanía mucho mejor informada dispuesta a usarlas y cuestionarlas cuando haga falta.
Mientras tanto, desde Mutante presentamos a nuestra audiencia los principales hallazgos de #HablemosDeCriptomonedas, una conversación que ocurrió en nuestros canales durante septiembre del 2024.