¿Por qué en el año 2023, cuando la tecnología ya pasó a ser parte de nuestra vida diaria y está en el eje de casi todos nuestros movimientos financieros, seguimos con miedo a la hora de hacer una transacción online? ¿Por qué las instituciones financieras siguen de cerca los avances en el rubro e invierten en soluciones digitales para hacernos sentir más seguros cuando hacemos clics en las pantallas? ¿Existe una tecnología adecuada para evitar fraudes?
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Según el Foro Económico Mundial, los ataques cibernéticos son uno de los riesgos más importantes que enfrentan actualmente las economías, y van en aumento a medida que se desarrollan nuevas tecnologías. En este sentido, es importante que los bancos incorporen herramientas para aumentar la seguridad de los canales digitales que ofrecen a sus clientes, pero sin comprometer la experiencia de usuario.
Sin seguridad no hay transacción financiera nos gusta decir en Veritran. Esto es clave, ya que para lograr mayores niveles de seguridad, existen varios mecanismos de protección que las compañías financieras pueden adoptar para brindarle mayor confianza a sus clientes cuando se encuentran haciendo sus transacciones diarias.
El presidente de Estados Unidos aprobó un nuevo memorándum de seguridad.
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Puntualmente, la biometría se perfila como una tecnología prácticamente infalible en lo que a seguridad de operaciones se refiere, especialmente en el terreno de la banca digital. Se trata de una tecnología que utiliza las características físicas de las personas y sus patrones de comportamiento para confirmar su autenticidad, en vez de utilizar contraseñas a la hora de realizar una transacción. Tiene diferentes posibilidades de uso: concreción de pagos, aceptación de nuevos productos, recupero de contraseñas. Esta herramienta brinda una mayor capa de seguridad, capaz de validar la identidad de una persona y realizar una prueba de vida de manera sencilla y en apenas segundos.
En la actualidad la mayoría de las instituciones financieras utiliza la biometría 2D, lo que implica un riesgo ya que tiene muchas debilidades en términos de protección y puede ser vulnerada fácilmente a diferencia de la 3D. La biometría 3D cuenta con certificaciones internacionales de seguridad, un plus a la hora de garantizar la protección de los usuarios al realizar sus operaciones financieras.
De todas formas, si bien no existe un mecanismo que garantice la eliminación total del crimen cibernético, la multiplicidad de mecanismos de seguridad informática aumenta las probabilidades de combatir estas situaciones.
Por esto es tan importante la combinación de soluciones como la biometría con otras como el soft-token. El soft-token sirve como doble factor de autenticación, ya que ofrece un método adicional de validación a través de una OTP (One Time Password) o contraseña de un solo uso, que intensifica los niveles de protección de los usuarios a la hora de autorizar el uso o acceso a su cuenta mediante el dispositivo verificado.
También las notificaciones push facilitan otro mecanismo de control para el usuario ya que permite solicitar su aprobación por medio de mensajes de texto, correos electrónicos o notificaciones en la misma aplicación. A la vez, informan los movimientos en tiempo real sobre la actividad de la cuenta o tarjetas, mediante avisos y alertas que llegan a su dispositivo móvil, con la función de advertir sobre posibles fraudes o uso no autorizado del dinero de una persona.
Hoy en día los bancos deben entonces contar con mecanismos de seguridad que garanticen que, aunque un ciberdelincuente pueda acceder a los datos de un usuario esto no ponga en riesgo su privacidad ni la de sus fondos. Esto desafía el paradigma actual donde muchas instituciones financieras, para evitar el fraude, llevan a cabo estrategias restrictivas, poniéndole límites a los usuarios a la hora de operar, lo cual no soluciona el problema de fondo.
Los desafíos en materia de ciberseguridad se están incrementando cada vez más, ya que los ciberdelincuentes están cada día más sofisticados. Pero la seguridad robusta y la experiencia de uso flexible son los pilares claves que todo banco debe asegurar para hacerle frente y conservar su liderazgo.