Ginés es un delincuente polifacético. Tanto como para que su hoja de servicios de crímenes sea “un completo del Código Penal”, como ironiza una fuente judicial: robos, lesiones, atentado contra la autoridad, tenencia de armas o conducción temeraria relacionado con narcotraficantes del Estrecho.
Antilavadodedinero / Elpais
Pero el motivo por el que los agentes ya conocen los entresijos de su casa, después de tantos registros, —una villa de enormes tapias en la urbanización La Hermandad de Coria del Río (Sevilla)— es por su obstinado papel como narco del hachís, capaz incluso de crear alianzas con una mafia del Estrecho, la de Los Mauro, para seguir metiendo droga por el río Guadalquivir.
La última andanza de Ginés G. R. ha acabado con su detención este martes, junto a otras 39 personas más, entre las provincias de Cádiz, Sevilla y Córdoba. Al narco le atribuyen una incesante actividad de viajes de droga, a bordo de potentes narcolanchas, desde el norte de Marruecos.
Tanto que los 300 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil desplegados —en el seno de la Operación Traboat-Gorblan-Soccer— por diversas localidades de estas tres provincias se han incautado de hasta 10 toneladas de hachís de la mafia, acompañadas de 170.000 euros en efectivo y nueve embarcaciones rápidas.
El narco de Coria del Río es un hombre respetado y de confianza en los submundos del hachís. “No tiene reparos en disparar si ve que lo acorralan”, apunta una fuente policial, informa Eva Saiz. Esa fama de conseguidor le ha hecho capaz de llegar a sociedades con mafias del Estrecho, ahora cada vez más cercadas por los agentes desplegados en el Campo de Gibraltar.
Junto a Ginés ha acabado detenido un miembro del clan de Los Mauro, una potente organización con nexos en Gibraltar. De hecho, el pasado mes de julio, la policía del Peñón ya pidió colaboración ciudadana para dar con el líder de esta banda, Gareth Mauro, un gibraltareño de 38 años, que permanece huido. Ahora, el operativo ha conseguido apresar a un hermano de este capo, según apuntan fuentes cercanos al caso.
Desaparecido
Gareth Mauro está desparecido desde que, en junio de 2020, la Guardia Civil no diese con él en el golpe que dio en Villanarco, una opulenta urbanización ilegal a la que este martes han vuelto los agentes para registrarla, en el transcurso del operativo contra Ginés. Bajo el nombre compuesto —bautizado así por los agentes— se oculta un conjunto de chalés levantados con dinero de la droga, en plena barriada rural de El Zabal, en La Línea de la Concepción.
En su interior, reputados traficantes, como miembros de los poderosos Castaña o Jesús Heredia, El Pantoja, eran vecinos y compartían el recto camino y patio común redondo que daba forma de piruleta al conjunto, visto desde el aire. Alrededor de ese círculo, se construyeron grandes villas con piscina y todo tipo de lujos que ya suman diversas registros, como el realizado en el transcurso de esta nueva operación.
Muy cerca de ese complejo, en la misma barriada de El Zabal, los investigadores han localizado hasta cuatro toneladas de hachís, dispersas entre tres guarderías. Ginés conoce la zona, epicentro de los narcos del Campo de Gibraltar, su asociación con bandas de La Línea ni siquiera es nueva. Ya en agosto de 2019 acabó detenido, en el transcurso de la Operación Vegano, por unos hechos similares que se le imputan ahora.
De nuevo, una “pseudocorporación” —como tildó entonces la Guardia Civil a su forma de proceder— en la que el sevillano dirigía alijos que podían introducir hasta 50.000 kilos de hachís al año por el Guadalquivir y en el que los traficantes campogibraltareños cubrían toda la logística y pilotaje de las embarcaciones.Lo que más afecta es lo que sucede más cerca.
Ya entonces el clan de los de Ginés mostró su gusto por lo que se denomina guarderías frías, naves o locales en los que ocultar las narcolanchas o la droga, lejos de los puntos calientes más cercanos a la vigilada costa. En el despliegue de este martes, los agentes sostienen que es el papel que desempeñaban las naves registradas en Lucena, Fernán Núñez y Aguilar, en Córdoba.
En total, la actuación policial se ha saldado con mas de una veintena de entradas, la mayoría en Sevilla (hasta 12, en Bormujos, Castilleja de la Cuesta, Puebla del Río, Coria, Mairena del Aljarafe, Aznalcázar y Estepa), seguida de Cádiz (con seis registros en La Línea y Alcalá de los Gazules).
A Ginés no le frenó la Operación Vegano, como tampoco lo hizo el juicio por el que acabó condenado a más de dos años de prisión por narcotráfico, el pasado mes de noviembre, aunque no ha trascendido el motivo por el que actualmente estaba en libertad.
En aquella ocasión, la pena impuesta estaba motivada por una detención de 2018, en el que el narco acabó implicado en sus negocios de droga con el exlíder de los ultras del equipo de fútbol del Betis, Manuel Herrera. El historial del narco dista mucho de acabar ahí, tiene causas que se remontan, al menos, a 2003.
De hecho, el delincuente empezó a tener problemas con la policía cuando vivía en el Polígono Norte de Sevilla, donde comenzó sus andanzas en una banda de atracadores de coches. De ahí, fue capaz de estrechar lazos con otra mafia, en este caso de la barriada de las Tres Mil Viviendas. Ya desde entonces Ginés hacía gala de que lo suyo es integrarse y hacer lazos entre clanes.