Un ciudadano estadounidense residente en Tailandia se enfrenta a una posible condena de hasta dos años de cárcel tras ser denunciado por difamación por un hotel del país asiático tras haber escrito varias reseñas negativas en Internet.
AntilavadoDeDinero / EFE
El Coronel de la Policía del distrito de la isla de Koh Chang, en el sur de Tailandia, Thanapon Taemsara, confirmó a Efe este domingo que el hotel Sea View Resort, situado en la popular isla turística, interpuso una denuncia contra el estadounidense después de que éste publicara varios comentarios negativos sobre el establecimiento en el portal TripAdvisor.
«El hotel había solicitado al acusado que retirase esos comentarios, pero ése se negó a hacerlo e insistió en llevar el asunto ante los tribunales», señaló Thanapon.
El estadounidense fue detenido el 12 de septiembre y fue puesto en libertad algunos días después tras pagar una fianza de 100.000 bat (2.700 euros o 3.160 dólares) y deberá comparecer ante un juez 48 días después de su detención para responder a la acusación de difamación, que acarrea una posible pena de hasta dos años de prisión y una multa de 200.000 bat (5.400 euros o 6.300 dólares).
Por su parte, el administrador de habitaciones del Sea View Resort, Tom Sturop, explicó a Efe en un correo electrónico que el hotel interpuso la denuncia basándose en «cuatro reseñas y las intenciones que delataban, escritas en intervalos de alrededor de una semana.»
«Se trataba de un ataque premeditado contra nosotros que continuaba semanas tras semana y desconocíamos cuándo sus ataques iban a finalizar. Ignoró todos nuestros esfuerzos para contactar con él y, como último recurso, nos vimos obligados a involucrar a las autoridades», explicó Sturop, que además se distanció de la detención alegando que «fue una decisión de las autoridades».
En sus reseñas, que fueron borradas de TripAdvisor pero a las que ha tenido acceso Efe, el denunciado acusaba a los extranjeros que trabajan en el hotel de «tratar a los trabajadores como esclavos» y al gerente del restaurante de ser «extremadamente maleducado con los clientes» y recomendaba evitar el hotel «como si fuera el coronavirus».
Según un comunicado del hotel, el cliente y un amigo llevaron al restaurante del establecimiento bebidas del exterior en contra de las reglas del mismo y, cuando fueron informados por un camarero de que debían pagar por el descorche, «empezaron a montar un escándalo», tras lo cual tuvo que intervenir el gerente y, tras una negociación, se les permitió consumir las bebidas sin pagar.
A la mañana siguiente, 28 de junio, «el cliente y sus amigos dejaron el hotel sin más quejas» y un día después comenzaron las críticas negativas en internet, señala el comunicado de prensa.
Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado el uso de demandas del delito de difamación como una forma de intimidación y de acoso para silenciar a activistas y periodistas.
En diciembre del año pasado, un tribunal de Tailandia condenó a dos años de prisión por injurias a la periodista Suchanee Cloitre, después de publicar comentarios en Twitter sobre una denuncia de explotación de trabajadores inmigrantes birmanos en una granja de pollos del país.