Una comitiva fiscal policial realizó cinco allanamientos y detuvo cuatro personas en un caso de cibercrimen registrado en la Argentina, pero cuyo botín fue enviado al Paraguay a los ahora sospechosos. Se trata de un caso de phishing o robo de identidad, en el que los autores sustrajeron USD 260.000 en el año 2023, de cuentas bancarias argentinas.
El Operativo Internacional Fase II se realizó en el Alto Paraná en la mañana de ayer, como parte de una cooperación internacional para identificar a miembros de una red, que se habrían alzado con casi G. 2 mil millones en moneda extranjera.
Se investigan estafa mediante sistemas informáticos, alteración de datos relevantes para la prueba y lavado de dinero, según la fiscal Irma Llano, quien tuvo apoyo de otras fiscales de las unidades especializadas contra Delitos Informáticos. La comitiva allanó tres viviendas en Hernandarias y dos locales en Ciudad del Este.
La red sustrajo fondos presumiblemente de diferentes personas y los convirtió en criptoactivos, para transferirlos al Paraguay a través de billeteras virtuales y se distribuyó entre los detenidos.
Uno de los involucrados es José Luis Cáceres Varela, un venezolano con nacionalidad paraguaya, que tiene una empresa denominada Centro de Negocios Meta, relacionado al comercio digital. Él recibió fondos en una billetera virtual de criptomonedas.
Los otros detenidos fueron identificados como Rodrigo David Díaz Acosta, Gladys Sosa Barboza y Ernesto Paniagua Brítez, capturados en Hernandarias, en el barrio Santo Domingo.
Incautaron celulares, dinero en efectivo en varias monedas equivalentes a G. 50 millones, pendrives y notebooks, criptoactivos, así como cheques por valor de G. 82 millones y una pistola calibre 9 mm.
HISTORIAL. Los antecedentes se remontan a marzo del 2023, cuando en el lapso de 15 días fueron transferidos fondos sustraídos de cuentas bancarias.
El subcomisario Ramón Aquino, del departamento contra Cibercrimen, relató que se registró el acceso a cuentas bancarias a través de las supuestas advertencias de seguridad en el que el estafador pide a la víctima la verificación de sus cuentas. Allí también pide la contraseña que luego redirecciona datos para realizar la extracción de fondos.
La identificación de los autores se realizó en la Argentina, donde autoridades desplegaron la Fase I del operativo, y, luego de realizarse la trazabilidad, se identificó la millonaria suma transferida al Paraguay.
Con la intención de despistar, los involucrados hicieron compras de monedas virtuales y luego volvieron a convertirlo en dinero físico.