Un flujo inusual de niños chilenos de ascendencia haitiana que viajan a través de Sudamérica y Centroamérica hacia la frontera entre Estados Unidos y México llevó a la detención de nueve personas sospechosas de dirigir una red internacional de tráfico de migrantes que usaba la plataforma de mensajería social WhatsApp para promover sus servicios, informó la INTERPOL.
Antilavado de Dinero / El Nuevo Herald.
Las detenciones las hicieron la semana pasada efectivos por la Policía Judicial de Chile en la frontera del país sudamericano con Perú. Estas detenciones forman parte de una investigación de un año, denominada “Frontera Norte”, llevada a cabo por la policía chilena, la INTERPOL y agencias del orden de toda Sudamérica y Centroamérica.
Se sospecha que la red traficó desde Chile unos mil migrantes haitianos, entre ellos cientos de niños, cuyo destino final era México o Estados Unidos, declaró la agencia policial internacional INTERPOL en un comunicado.
“Es horroroso pensar lo que han sufrido estos niños vulnerables, algunos de ellos de pocos años de edad”, declaró el secretario general de INTERPOL, Jürgen Stock. “La diligencia de las [fuerzas del orden] chilenas en la investigación y el desmantelamiento de esta red, con el apoyo de otros países a través de INTERPOL, demuestra lo que la cooperación policial puede conseguir cuando se comparte la información”.
La emigración haitiana se ha convertido en un problema para Latinoamérica, ya que cada vez más ciudadanos haitianos emprenden una peligrosa travesía de más de 7,000 millas a través de Sudamérica y Centroamérica para llegar a México y Estados Unidos. El viaje también es costoso. Un migrante haitiano recientemente repatriado dijo que gastó $17,000 para viajar desde Chile hasta la ciudad fronteriza de Del Río, Texas, solo para ser deportado de vuelta a Puerto Príncipe por Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses dicen que creen que una organización criminal está detrás de la reciente afluencia de miles de migrantes haitianos a Del Rio, y están investigando. La mayoría de los migrantes llevaban varios años viviendo en Chile o Brasil y entre ellos había varios niños no acompañados, según el Departamento de Seguridad Nacional.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha deportado a Haití a más de 7,000 haitianos del campamento de Del Río, que se ha vaciado, mientras que México también ha advertido a Haití que debe esperar al menos dos vuelos a la semana tras enviar de vuelta a más de 70 haitianos la semana pasada.
El lunes, mientras el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunía para discutir la situación en Haití, varios embajadores hablaron sobre la crisis migratoria haitiana. El representante permanente de México, Juan Ramón de la Fuente, dijo que su país está sintiendo los efectos del contrabando de haitianos, que, según dijo, también está relacionado con el tráfico de armas.
Más de 12,000 migrantes haitianos han llegado solo al estado mexicano de Chiapas, dijo De la Fuente.
“Se calcula que en Colombia y Panamá hay unos 60,000 haitianos. Muchos de ellos buscan llegar a Estados Unidos”, dijo De la Fuente. “En consecuencia, es primordial aplicar políticas para prevenir el tráfico ilícito de armas y la trata de personas”.
La INTERPOL señaló que hasta la fecha se han detectado 267 niños chilenos de seis años o menos —todos ellos hijos de migrantes haitianos— en la ruta migratoria irregular hacia Estados Unidos en Costa Rica, Guatemala, México, Nicaragua y Panamá.
Según INTERPOL, entre los detenidos por presunto tráfico ilícito hay cuatro chilenos, dos venezolanos, un peruano, un haitiano y un paraguayo. Todos enfrentan cargos de asociación ilícita y tráfico de migrantes tras ser detenidos el 29 de septiembre en la ciudad de Arica, en el norte de Chile, cerca de la frontera con Perú, informó la agencia policial internacional.
La investigación comenzó en enero de 2020 después que la policía chilena empezara a recibir informes sobre un flujo inusual de niños chilenos de ascendencia haitiana que cruzaban la frontera con Perú. Pronto, los puestos fronterizos de Costa Rica, México, Nicaragua y Panamá informaron que un gran número de niños de nacionalidad chilena estaban varados, sin poder continuar su viaje a Estados Unidos.
Chile se puso en contacto con la Unidad de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de INTERPOL y solicitó a los países miembros de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe que compartieran cualquier información pertinente.
Los datos resultantes permitieron a los investigadores chilenos confeccionar una lista de 185 menores que habían sido objeto de tráfico ilícito a través de Centroamérica en noviembre de 2020, lista que desde entonces ha aumentado a 267 nombres.
Basándose en la lista, INTERPOL publicó alertas policiales mundiales sobre cada uno de los 267 niños, así como 526 Notificaciones Azules en las que se solicitaba información adicional sobre casos concretos.
“En algunos casos se confirmó que los niños no viajaban con sus verdaderos padres y, en otros, que habían sido abandonados o que sus padres habían fallecido en el trayecto”, declaró la INTERPOL.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos han reconocido que entre los miles de migrantes que recientemente se agolparon bajo un puente en Del Río con la esperanza de entrar en Estados Unidos había una cantidad “nominal” de menores no acompañados. En un momento dado hubo hasta 15,000 migrantes en el campamento.
La INTERPOL ha declarado que, en el caso de la operación chilena, se ha descubierto que la red delictiva transnacional promovía y facilitaba el viaje de los haitianos desde Chile a Estados Unidos a través de grupos de WhatsApp y se encargaba de transportar a los migrantes a través de la frontera entre Chile y Perú, tras lo cual los migrantes iniciaban la larga ruta terrestre hacia Estados Unidos.
