Desmantelan red que robaban identidades eclesiásticas para estafar

La Guardia Civil ha puesto en marcha una investigación tras tener conocimiento de la existencia en Lugo de unos supuestos estafadores que han estado usurpando identidades eclesiásticas de alto rango para perpetrar fraudes telefónicos con congregaciones religiosas como víctimas.

Según han informado fuentes de la Comandancia, el ‘modus operandi’ de los estafadores consistía en hacerse pasar por líderes eclesiásticos prominentes y contactar telefónicamente con miembros de varias comunidades religiosas, llegando a utilizar técnicas de Inteligencia Artificial para simular las identidades.

En este tipo de estafas, ha explicado la Guardia Civil, «la ingeniería social juega un papel crucial» porque, en el proceso de engaño, los delincuentes explotan la confianza y la buena fe de los miembros de las comunidades religiosas. De este modo, logran obtener información confidencial, solicitan donaciones fraudulentas e incluso extorsionan fondos bajo falsos pretextos de actuaciones de caridad, emergencia religiosa o, simplemente, reclamando la devolución de ingresos erróneos que no existen.

Los criminales utilizan este truco para robarte la cuenta sin que te enteres

Así, fingiendo la urgencia de la necesidad, los estafadores imponen la premura para lograr las transferencias o restitución de dinero, con la excusa de de prevenir supuestos inconvenientes mayores.

El principal objetivo, monjas de clausura

Al hacerse pasar por altos cargos de la Iglesia, aportan al engaño un alto nivel de credibilidad y confianza, y pueden engañar fácilmente a los miembros de las congregaciones, haciéndolos más susceptibles de caer en la trampa.

Cuando las víctimas conocen al interlocutor y detectan que la voz no se corresponde con la suya, los estafadores argumentaban tener problemas de garganta, buscando la empatía del otro. Además, la Guardia Civil investiga el supuesto uso de Inteligencia Artificial, para simular la voz de estas autoridades eclesiásticas.

Muchos de los objetivos de los delincuentes son conventos de monjas de clausura, que viven en aislamiento voluntario y dependen en gran medida de la generosidad de donantes externos. Se trata de conunidades más vulnerables, por lo que la Guardia Civil ha hecho un llamamiento a estas congregaciones para que estén alerta y verifique la autenticidad de cualquier llamada o solicitud de donación.

abc

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