Después del Chapo, quienes son los criminales más buscados

La cadena perpetua a Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán cerró un capítulo en la historia del narcotráfico en México y plantea un nuevo mapa criminal en el país, que comenzó a reconfigurarse desde su última detención y su extradición a Estados Unidos.

Por décadas —según han documentado autoridades, académicos y periodistas—, el Cártel de Sinaloa se impuso a sus adversarios mediante alianzas o sangrientas guerras, pero tras el inicio de la caída del capo sinaloense cobraron relevancia en el crimen organizado nuevos líderes e incluso otros que se creían extintos.

Si bien la justicia de EU se encargó del ‘Chapo’, en México la batalla entre grupos criminales sigue vigente y es responsable de parte de los más de 250,000 asesinatos registrados en el país desde que inició la llamada «guerra contra el narcotráfico», en diciembre de 2006.

Aunque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador afirma que ya no hay tal «guerra» en México, mandos de los cárteles siguen libres y operando, al mismo tiempo que impactan en la vida diaria de los mexicanos, quienes ven a la inseguridad y a la economía como sus principales preocupaciones.

Aquí presentamos los perfiles de algunos de ellos.

Los hijos del ‘Chapo’

Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Alfredo Guzmán Salazar asumieron parte del mando del Cártel de Sinaloa tras la caída de su padre, de acuerdo con la agencia de inteligencia Stratfor.

Ambos son hijos de María Alejandrina Salazar, la primera esposa del ‘Chapo’, y ambos son buscados por las autoridades de EU.

Iván Archivaldo, ‘el Chapito’, el mayor de los dos, pisó la cárcel en 2005 tras ser detenido en Zapopan, Jalisco, por lavado de dinero, aunque fue liberado en 2008 por falta de pruebas.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), el organismo de control financiero dependiente del Departamento del Tesoro de EU, lo integró a su ‘lista negra’ en 2012 tras incluirlo en la red de operaciones del cártel, entonces como un mando medio.

‘Alfredillo’ es uno de los 10 más buscados por la agencia antidrogas de EU (DEA, por sus siglas en inglés) y está acusado de conspiración para importar, exportar e intentar distribuir drogas.

En 2016, los dos fueron secuestrados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y liberados días después. A ambos también se les atribuyó el ataque que dejó cinco militares muertos y otros 11 heridos en Culiacán, Sinaloa, en ese mismo año, aunque ellos lo han negado.

Junto a Ismael ‘el Mayo’ Zambada, aseguraron que sobrevivieron a un ataque del compadre de su papá, Dámaso López, ‘el Licenciado’, en 2017. López los acusa de ordenar el asesinato del periodista Javier Valdez, reportero de Río Doce y corresponsal de la agenciaAFP.

Ismael ‘el Mayo’ Zambada

El histórico capo ha sobrevivido desde los años 70 en el mundo del crimen. Hoy también es uno de los mandos del Cártel de Sinaloa, de acuerdo con Stratfor.

Es también uno de los fugitivos más buscados por la DEA, y la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de delincuencia organizada, delitos contra la salud, acopio de armas de fuego y operaciones con recursos de procedencia ilícita, por lo que ofrece hasta 30 millones de pesos por datos que lleven a su captura.

Tiene alrededor de 70 años y un perfil bajo. Pocas apariciones suyas han trascendido en medios de comunicación. La de mayor relevancia se dio en 2010, cuando en entrevista con Julio Scherer para el semanario Proceso afirmó que en varias ocasiones ha estado a punto de ser detenido por fuerzas federales.

Desde 2002, el gobierno de EU lo integró a su lista de líderes nacotraficantes extranjeros y ofrece 5 millones de dólares por información que lleve a su arresto.

La defensa del ‘Chapo’ argumenta que ‘el Mayo’ es el verdadero líder del Cártel de Sinaloa y que mantiene pactos con los gobiernos de EU y México para usar de «chivo expiatorio» a su cliente. Zambada ha trabajado con los líderes históricos del narcotráfico, quienes hoy están tras las rejas o muertos.

Nemesio Oseguera Cervantes, ‘el Mencho’

El líder del CJNG, la organización de «más rápida expansión», según la DEA, se ha convertido en una prioridad para los gobiernos de EU y México.

EU ofrece 10 millones de dólares y México otros 30 millones de pesos por información que lleve a su paradero.

Nacido en los años 60 en Naranjo de Chila, Michoacán, abandonó la escuela en el quinto grado. Comenzó a trabajar en el campo y a los 14 años se había graduado en «proteger los cultivos de marihuana», como consignó la revista Rolling Stone en un reportaje publicado en 2017, cuando llevó al líder criminal a su portada.

De joven, fue detenido a finales de los 90 y pisó la cárcel en EU. En enero de 1997, salió de prisión con libertad condicional y fue deportado a México, donde se convirtió en policía estatal en Jalisco.

Formó parte del Cártel del Milenio, cuando trabajaba junto con el Cártel de Sinaloa, pero tras la muerte de Ignacio ‘Nacho’ Coronel entró en guerra con ambas organizaciones y comenzó lo que sería el CJNG, que con los años y sus actos de violencia ha logrado pelear la supremacía al Cártel de Sinaloa.

Pese a los embates del gobierno de EU, que ha bloqueado cuentas y detenido a operadores, la organización del ‘Mencho’ «no ha mostrado signos de quedarse sin efectivo o sufrir alguna interrupción en sus operaciones» y «sigue siendo el cartel más agresivo de México», de acuerdo con Stratfor.

Rafael Caro Quintero

El histórico capo es uno de los renacidos en el narcotráfico mexicano. Su figura, ligada a los inicios de los cárteles mexicanos de la mano de Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca, ‘Don Neto’, volvió a acaparar los reflectores en 2013, cuando fue liberado luego de casi tres décadas en prisión.

Caro Quintero fue encarcelado en 1985, acusado de narcotráfico y del asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena, pero fue liberado por supuestas irregularidades en el proceso que lo llevó a prisión.

El Departamento del Tesoro afirma que, mientras estuvo en prisión, «continuó sus relaciones con las organizaciones mexicanas de narcotraficantes y utilizó una red de familiares y testaferros para invertir su fortuna ilícita en empresas aparentemente legítimas y desarrollos inmobiliarios en la ciudad de Guadalajara». Además, «continúa involucrado en actividades de tráfico de drogas desde su liberación».

La DEA ofrece una recompensa de 10 millones de dólares para dar con el capo.

José Antonio Yépez Ortiz, ‘el Marro’

La administración de Andrés Manuel López Obrador inició un combate al robo de hidrocarburos de Pemex, la empresa en la que ha invertido millones de recursos para su «rescate».

En medio de esa operación, López Obrador anunció que enfrentaría a los ladrones de combustible. «No nos vamos a dar por vencidos, a ver quién se cansa primero», dijo en enero pasado.

‘El Marro’,líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, se convirtió entonces en un objetivo prioritario para las instituciones de seguridad mexicanas, debido a que su organización es una de las más importantes en el huachicoleo.

Días después de la declaración de López Obrador, un cartel con amenazas contra el presidente fue abandonado junto con explosivos en la refinería de Salamanca, Guanajuato. El cartel firmado por ‘el Marro’ exigía al mandatario sacar a las fuerzas federales de la entidad y amagaba con asesinar a gente inocente. Otras versiones atribuyen el mensaje al CJNG, que disputa a Yépez Ortiz el negocio del huachicol en el centro del país.

ALD/Expansion

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