Tres antiguos dirigentes de McDonald’s en Francia quedaron detenidos para ser interrogados por un posible fraude fiscal de varios cientos de millones de euros cometido por la cadena de comida rápida.
Antilavadodedinero / swissinfo
La Fiscalía Nacional Financiera (PNF), que dirige la investigación, se limitó a confirmar el arresto de tres directivos, después de que Le Canard Enchaîné hubiera avanzado que habían sido convocados por la sección de la policía especializada en corrupción, delitos financieros y fiscales (OCLIFF).
El semanario satírico citó al que era el responsable de McDonald’s en Europa en 2009, Deinis Hennequin, al consejero delegado del grupo en Francia, Jean-Pierre Petit, así como al director financiero y al vicepresidente para Francia y Europa.
En el origen de las pesquisas está una convención suscrita ese año entre la dirección central de McDonald’s y su filial en Francia, que es el segundo país en importancia para el gigante estadounidense después de su mercado doméstico.
Esa convención contenía dos disposiciones controvertidas, una de las cuales establecía la venta por McDonald’s Francia a su casa matriz por 400 millones de euros de un «activo inmaterial» que incluía, entre otras cosas, el uso de productos típicos franceses en los menús o innovaciones en el servicio.
El fisco francés cree que detrás de esa venta -el dinero transitó por la sede europea, en Luxemburgo- lo que hay en realidad es una operación de ocultación fiscal.
Un segundo elemento de la convención de 2009 que está sometido a examen es la duplicación del canon que la filial francesa pagaba a la central de McDonald’s, que pasó del 5 % al 10 % de la facturación.
Eso significaba mecánicamente una reducción de los beneficios de McDonald’s Francia, y por tanto de los impuestos que tenía que pagar. También una reducción de la participación que la empresa tenía que abonar a sus 73.000 empleados en el país.