La griega Eva Kaili está acusada de corrupción y lavado de dinero, en una trama que salpica a otro eurodiputado y a varios asistentes parlamentarios. La eurodiputada llevaba «bolsas de dinero» en el momento de su arresto, según la prensa belga.
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La trama de corrupción en el seno del Parlamento Europeo, con supuestos pagos y regalos de Qatar a personas «relevantes» que pudieran influir en su toma de decisiones, va camino de convertirse en uno de los mayores escándalos de la institución europea. El sábado, la Fiscalía belga dio a conocer que cuatro de los seis detenidos en la redada del viernes en Bruselas han sido imputados y entre ellos está la vicepresidenta de la Eurocámara, Eva Kaili.
La eurodiputada socialista de origen griego es, hasta el momento, el máximo cargo involucrado en el caso. Permanece encarcelada y se la acusa -al igual que los otros imputados- de «pertenencia a organización criminal, corrupción y blanqueo de capitales», informó la fiscalía en un comunicado. Kaili no pudo beneficiarse de su inmunidad parlamentaria, ya que la policía la detuvo en «flagrante delito» el viernes. Según la prensa belga, la eurodiputada llevaba «bolsas llenas de dinero» en el momento de su detención. El padre de la eurodiputada también fue interceptado poco después con una maleta llena de dinero en efectivo, cuando salía de un hotel en Bruselas, pero fue puesto en libertad ayer.
La eurodiputada fue interrogada la pasada noche y, cumplidas las 48 horas de custodia policial, el juez a cargo de la investigación concluyó que había pruebas para imputar a cuatro de los seis detenidos. Entre ellos está la pareja de Kaili -el asesor parlamentario Francesco Giorgi- y el antiguo eurodiputado António Panzeri, en cuyo domicilio la policía belga encontró hasta 600.000 euros en efectivo. El secretario general de la Confederación Sindical Internacional, Luca Visentini, fue finalmente puesto en libertad condicional.
Destituidos de inmediato
El escándalo, conocido ya como ‘Qatargate’, salpica también al eurodiputado socialista Marc Tarabella, cuyo domicilio fue registrado en la noche del sábado. Ante la gravedad de las implicaciones para el Parlamento Europeo, su presidenta, Roberta Metsola, viajó el sábado desde Malta a Bruselas para seguir el curso de las investigaciones. Metsola suspendió «con efecto inmediato» de sus funciones a la vicepresidenta y a Tarabella y manifestó su «total cooperación con las autoridades policiales y judiciales».
La Oficina Central para la lucha contra la corrupción de Bruselas leva cuatro meses preparando esta operación en la que se han registrado 16 domicilios de personas relacionadas con el Parlamento Europeo. Se sospecha que Qatar habría pagado «importantes» sobornos y habría hecho «regalos significativos a personas con una posición decisivas» en la institución europea para «influir en decisiones políticas y/o económicas», informó la fiscalía.
La eurodiputada llevaba «bolsas de dinero» en el momento de su arresto, según la prensa belga
En ese sentido, el grupo socialdemócrata (S&D) -del que forman parte la mayoría de detenidos- manifestó su «tolerancia cero» con la corrupción y pidió que se suspendan los trabajos y votos relacionados a los Estados del Golfo en el pleno de la Eurocámara.
Desde que se anunció que Qatar acogería el Mundial 2022, la Eurocámara ha debatido en varias ocasiones sobre las vulneraciones de derechos humanos en el país árabe. En una entrevista televisiva, en octubre, el eurodiputado Marc Tarabella defendió que el país «ha hecho muchos esfuerzos, especialmente en materia de derechos humanos», al tiempo que aseguró que boicotearlo «es hipocresía».
Las miradas se centran ahora en el pleno de la Eurocámara de esta semana en Estrasburgo. El grupo de la Izquierda ya ha anunciado que solicitará añadir una declaración de la Comisión Europea sobre el ‘Qatargate’.