La Fiscalía General de la capital mexicana imputó a diez exfuncionarios por su presunta vinculación con el desplome de un tramo elevado del metro ocurrido en mayo en el que fallecieron 26 personas y otras 98 resultaron lesionadas.
Antilavado de Dinero / AP News.
Los diez exfuncionarios, que tuvieron que ver con la supervisión y seguridad de las obras de la Línea 12 del metro que se construyó entre el 2010 y 2012, fueron imputados por los delitos de homicidio, lesiones y daños a la propiedad, anunció a la prensa el vocero de la Fiscalía, Ulises Lara, sin precisar los nombres de los procesados.
Las imputaciones se realizaron el viernes durante una audiencia a la que acudieron nueve de los diez exfuncionarios, indicó en la víspera Lara, y agregó que hasta el momento la Fiscalía no ha solicitado órdenes de aprehensión contra ninguno de ellos.
Las acciones contra los exfuncionarios se dan dos meses después que la Fiscalía General de la Ciudad de México presentó la evaluación final sobre el accidente. De acuerdo al informe del Ministerio Público el desplome del tramo elevado del metro fue fundamentalmente originado por “errores en su construcción”, una instalación deficiente de los pernos y fallas en las soldadura de la estructura.
El dictamen de la Fiscalía General coincidió con el informe que presentaron en septiembre los expertos y que determinó que unos pernos mal soldados, mal ubicados o completamente ausentes que debían unir unas vigas de acero a una capa de hormigón que sostenía la plataforma de las vías fueron los causantes del colapso de la estructura. El gobierno de Ciudad de México contrató a la empresa de certificación noruega DNV para determinar las causas del incidente.
Luego que se diera a conocer el informe de las autoridades el magnate Carlos Slim, el hombre más rico de México con negocios en la construcción y las telecomunicaciones, anunció que su constructora subsidiaria de Grupo Carso cubrirá el costo de la reconstrucción del tramo que se desplomó, además de reforzar otros sectores de la línea elevada para cumplir con estándares más altos en una ciudad propensa a la actividad sísmica.
La línea 12 del Metro se construyó a un costo de 1.300 millones de dólares cuando el actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, era el alcalde de la capital mexicana. Ebrard, quien es visto como uno de los principales contendientes a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, descartó en octubre su responsabilidad en el accidente y dijo que algunos de los procesados por el caso fueron enjuiciados en el pasado y ganaron los juicios.
El proyecto estuvo plagado de sobrecostos y supuestas fallas de diseño, así como de corrupción y conflictos de interés.
La ciudad tuvo que cerrar dicha línea en 2014, apenas 17 meses después de haber sido inaugurada, para reparar o sustituir las vías.