Muchos ven el anuncio de un grupo disidente de rebeldes de las FARC de que romperán un acuerdo de paz de 3 años y reanudarán la lucha armada como un problema regional.
Pero, lo más probable, se convertirá en una disputa entre Colombia y Venezuela, y tal vez se convierta en un conflicto regional.
El presidente colombiano, Iván Duque, ya culpó a Venezuela. Horas después del anuncio de las FARC el 29 de agosto, dijo que los rebeldes izquierdistas son “una banda criminal narco-terrorista que cuenta con el puerto seguro y el apoyo del dictador (venezolano) Nicolás Maduro”.
Además, el gobierno colombiano dijo que el video de 32 minutos en el que los rebeldes de las FARC anunciaron su decisión de tomar las armas nuevamente había sido grabado en territorio venezolano. Funcionarios colombianos dicen que Maduro, con la ayuda de Cuba, decidió ayudar a reacomodar a los rebeldes de Colombia en un esfuerzo por desestabilizar a ese país.
“Venezuela se está convirtiendo en el Irán de América del Sur”, me dijo Francisco Santos, embajador de Colombia en Washington. “Al igual que Irán usa a Hezbolá para desestabilizar a los países vecinos, Venezuela usa organizaciones terroristas para desestabilizar a sus vecinos”.
ALD/miamiherald
