El mandatario se ha negado a aplicar un importante plan fiscal para contrarrestar la agitación del mercado derivada de la propagación de la enfermedad.
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La respuesta de Donald Trump al brote de coronavirus y el daño que está causando en los mercados mundiales es más notable por lo que el mandatario no ha hecho.
Hasta ahora, el presidente se ha negado a aplicar un importante plan fiscal para contrarrestar la agitación del mercado derivada de la propagación del virus. El martes dijo que sería un buen momento para que el Congreso recortara los impuestos sobre la renta nuevamente, pero no ha entregado su propia propuesta, y no está considerando una reducción de impuestos sobre la nómina o una rebaja de los aranceles a las importaciones chinas, dijo su secretario del Tesoro.
En cambio, Trump parece conforme con esperar pacientemente la crisis, incluso cuando emerge como una amenaza potencial para su reelección, que ha apostado directamente por el desempeño de la economía estadounidense. Sus llamadas más claras han sido dirigidas a la Reserva Federal. “¡Más alivios y recortes!”, tuiteó Trump el martes después de que el banco central anunció un recorte de emergencia de 50 puntos básicos.
Sin embargo, las preocupaciones aumentan en la comunidad empresarial, y las industrias podrían estar buscando algo más que una política monetaria para amortiguar el golpe. David Kelly, jefe de estrategia global de JPMorgan Asset Management, dijo que habrá llamados al gobierno para que tome medidas: “Incluso con esta acción de la Reserva Federal, es probable que existan crecientes llamados a la acción fiscal, en particular para proporcionar apoyo directo a las empresas que pueden sufrir cada vez más la respuesta pública a los temores de virus”.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos realizará una conferencia de prensa el miércoles con líderes de grupos de la industria de viajes y minoristas. En tanto, los directores ejecutivos de las aerolíneas se reunirán con el vicepresidente, Mike Pence, en la Casa Blanca.
El martes, la Fed recortó las tasas de interés fuera de su ciclo normal de reuniones por primera vez desde la crisis financiera de 2008. “El coronavirus plantea riesgos en evolución para la actividad económica”, informó el banco central en un comunicado. El índice de referencia S&P 500 cayó casi 3 puntos porcentuales el martes después de la recuperación del lunes, y ha caído más del 10% en los últimos 10 días.
Más de 100 estadounidenses han sido infectados por el virus y nueve personas en el estado de Washington han fallecido. Los mejores profesionales de la salud del gobierno han advertido que la enfermedad probablemente se está propagando.
Sin embargo, Trump y sus asesores creen que la economía no está bajo una amenaza grave, que el gobierno es capaz de enfrentar los desafíos que plantea el virus y que una reacción exagerada podría empeorar las cosas.
“El país está en excelente forma. El mercado está en buen estado. Estoy concentrado en esto”, dijo Trump el martes después de una visita a los Institutos Nacionales de la Salud en Maryland.
