El expresidente Donald Trump ha dicho que invocará el “privilegio del ejecutivo” para oponerse a un panel legislativo que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero y que emitió citaciones a cuatro asesores y colaboradores que estuvieron en contacto con el mandatario antes y durante el ataque.
Antilavado de dinero / El Nuevo Herald.
En un comunicado, Trump sugirió que el panel debería citar a testigos que declaren sobre la “amañada elección presidencial de 2020”. Muchos tribunales, funcionarios electorales y el propio secretario de Justicia durante el gobierno de Trump han dicho que no hallaron pruebas de fraude generalizado.
El presidente del panel, Bernie Thompson, anunció que se emitieron citaciones al exjefe de despacho de la Casa Blanca Mark Meadows, el exsubjefe de despacho para las comunicaciones Dan Scavino, el exfuncionario del Departamento de Defensa Kahsyap Patel y el exasesor Steve Bannon. Los cuatro eran algunos de los asesores más íntimos de Trump.
Thompson escribió a los cuatro que la comisión investiga “los hechos, circunstancias y causas” del asalto, les pide que presenten documentos y comparezcan a declarar a mediados de octubre.
El panel, creado a mediados de año, inicia la etapa de entrevistas de su investigación después de estudiar miles de páginas de documentos solicitados en agosto a organismos federales y empresas de redes sociales. También ha solicitado documentos a la Casa Blanca.
El objetivo es proporcionar un panorama completo de qué fue lo que salió mal cuando los partidarios de Trump atacaron brutalmente a la policía, rompieron ventanas y puertas e interrumpieron temporalmente la certificación de la victoria del presidente Joe Biden, así como evitar que se repita un hecho similar.
A pesar de su negativa a entregar detalles al Congreso, Trump no tiene necesariamente la última palabra ahora que no tiene el puesto. De acuerdo con un decreto sobre los archivos presidenciales, el archivista “cumplirá las instrucciones que le dé el presidente actual o la persona que éste designe a menos que reciba una orden judicial distinta”.
La Casa Blanca ha indicado que está dispuesta a entregar la mayor cantidad de documentos posible, pero algunos funcionarios no descartan que Biden declare algunos documentos confidenciales.
Thompson asegura en las misivas a cada uno de los testigos que los investigadores creen tener información relevante sobre los eventos previos a la revuelta. En el caso de Bannon, por ejemplo, los demócratas hacen referencia a su pronóstico del 5 de enero de que “mañana se va a armar en grande”, así como sus comunicaciones con Trump una semana antes de la revuelta, en las que instó al presidente a centrar su atención en el 6 de enero.
El panel también cita las labores de Meadows para revertir la derrota electoral de Trump en las semanas previas a la insurrección y la presión que ejerció sobre funcionarios estatales para promover los señalamientos infundados del mandatario de que se había cometido un fraude electoral en gran escala.
En la carta dirigida a Meadows, los demócratas aseguran que tienen “evidencia creíble” de su participación en los eventos en el marco de la investigación de la comisión. La evidencia incluye su comunicación con Trump el 6 de enero y su presunta participación en las “labores de planeación y preparación para impugnar la elección presidencial y retrasar el conteo de votos electorales”.