Distintas ramas del aparato estatal estadounidense han anunciado un abanico de sanciones y acciones legales en contra de la cadena de noticias estatal rusa, RT, especialmente a dos de sus miembros, a quienes acusan de haber pagado a una empresa estadounidense para crear contenido engañoso con el objetivo de intensificar la polarización del electorado estadounidense, a pocos meses de las elecciones presidenciales.
Estados Unidos lleva la batalla por la narrativa política a terreno judicial. Este 4 de septiembre, el departamento de Justicia informó sobre la acusación formal a dos trabajadores de RT, Konstantin Kalashnikov y Elena Afanasyeva, por haber conspirado para violar la legislación federal contra el lavado de dinero y la ley de agentes extranjeros, después de que presuntamente utilizaran empresas fantasma e identidades falsas para pagar por la difusión de contenido engañoso en redes sociales.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, detalló que una corte en Nueva York lleva el caso, en el cual ambos trabajadores de la cadena de noticias habrían pagado unos 10 millones de dólares a una empresa de creación de contenido basada en Tennessee, cuyo nombre no fue revelado, para «difundir contenidos considerados favorables al gobierno ruso», según el funcionario.
«Seremos implacablemente agresivos a la hora de contrarrestar y desbaratar los intentos de Rusia e Irán, así como de China o de cualquier otro actor maligno extranjero de interferir en nuestras elecciones y socavar nuestra democracia», sentenció Garland antes de una reunión con el Grupo Especial sobre Amenazas Electorales.
Además, el departamento del Tesoro también anunció sanciones para otros 10 miembros que pertenecen al equipo de RT, junto con dos instituciones relacionadas. Entre los nombres de los sancionados está el de Margarita Simonovna Simonyan, jefa de redacción de la cadena, quien fue descrita como una «figura central en los esfuerzos de influencia maligna del gobierno ruso».
Por su parte, el departamento de Estado anunció la implementación de una nueva «política de restricciones para visas» y modificaciones en la implementación de la ley de agentes extranjeros con relación a empresas de comunicación relacionadas con RT, como RIA Novosti, Sputnik y Ruptly.
«El anuncio de hoy pone de manifiesto hasta qué punto llegan algunos gobiernos extranjeros para socavar las instituciones democráticas estadounidenses. Pero estos gobiernos extranjeros también deben saber que no toleraremos que agentes malignos extranjeros interfieran intencionadamente y socaven unas elecciones libres y justas. «, expresó el departamento de Estado a través de un comunicado publicado en su página oficial.
«Tres cosas en la vida son inevitables: la muerte, los impuestos y la ‘injerencia de RT en las elecciones estadounidenses'»
En respuesta a las acusaciones, RT utilizó su canal de Telegram para desmarcarse de los señalamientos del gobierno estadounidense, calificándolos como «clichés trillados» y lanzando un mensaje de ironía para hacer mofa de la campaña de Washington en contra de la desinformación en época electoral, de la que tradicionalmente se acusa a Rusia por patrocinar.
«Tres cosas en la vida son inevitables: la muerte, los impuestos y la ‘injerencia de RT en las elecciones estadounidenses'», escribió el canal ruso para sus seguidores. Desde él inició de la guerra en Ucrania, RT dejó de transmitir su programación en suelo estadounidense.
Por otro lado, Maria Butina, legisladora en la Duma rusa, afirmó que las acusaciones de Washington contra RT son «pura basura», añadiendo que, desde Rusia, no le prestan importancia al ganador o ganadora de las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, ya que el verdadero ganador siempre es «el complejo militar privado», según declaró Butina para la agencia Reuters.
No es la primera vez que el Estado ruso se encuentra en el centro de las acusaciones estadounidenses por conducir operaciones referentes a la interferencia electoral. Varios reportes publicados por agencias de inteligencia del Gobierno estadounidense demostraron que el Kremlin «intentó ayudar» a la campaña del ahora expresidente, Donald Trump, en 2016, cuando derrotó a Hilary Clinton.
Moscú siempre ha negado cualquier interferencia en el proceso electoral estadounidense.
El pasado mes de julio, el departamento de Justicia advirtió que Rusia permanecía como una posible amenaza electoral, tras los hallazgos de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI), organismo de inteligencia gubernamental estadounidense, donde se concluye que Moscú preferiría ver a Donald Trump como presidente estadounidense que a cualquier otra figura política.