«Colombia se ha descuidado en el tema de materia de seguridad, que es una parte muy importante y por ello se ha generado un incremento récord en los territorios sembrados con coca».
Así lo indicó Ragul Gupta, zar antidrogas de Estados Unidos, en un conversatorio del Centro para Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), en el que enfatizó que esos niveles altos de Colombia son una amenaza no solo para su país sino para otras naciones del mundo.
Tras enfatizar esa «alarma» para EE.UU. el funcionario de la administración Biden destacó la relación que se tiene con Colombia para apoyar la radicación de narcocultivos y el tráfico de drogas.
«Con Colombia tenemos una relación de cooperación que es histórica. Al mismo tiempo, estamos revisando todo el espectro de la cooperación que incluye erradicación, interdicción y desarrollo alternativo, pues todas son herramientas que se requieren. Es importante, por ejemplo, dar poder a la gente en el país con programas como los de titulación de tierra y desarrollo alternativo para que se alejen de los cultivos», sostuvo Gupta.
Gupta también hizo énfasis en las relaciones de Estados Unidos con algunos de sus principales socios en América Latina, en su intención de erradicar por completo la distribución y consumo de drogas.
Además, destacó que tanto Colombia como México han reclamado que el país norteamericano no ha sido eficiente en su lucha contra este flagelo, pero también aseveró que existe la necesidad de lograr acuerdos para reducir la demanda.
“Cuando hablamos con el presidente López Obrador de México, por ejemplo, o con el presidente Petro de Colombia, podemos decir, nosotros entendemos lo que están diciendo, estamos haciendo x, y o z para expandir los tratamientos para ayudar a las personas; pero ustedes también van a tener, si no lo tienen ya, un problema con las drogas sintéticas en sus países, por lo que deben encontrar cómo trabajar con nosotros en algunas de estas iniciativas”, destacó el funcionario.
Al respecto, recalcó que la respuesta de ambos países ha sido satisfactoria, considerando que existe la voluntad para atacar el problema. “Creo que los países del hemisferio occidental, y otros, reconocen el problema y el peligro que representan las drogas sintéticas, además de las drogas producidas de plantas; y es nuestro deber, también, alertarlos de los peligros si esto ocurre”, enfatizó.
Por otro lado, hizo referencia a que su nación ha fortalecido la lucha contra las drogas. Pero el que haya una migración del consumo de drogas naturales como la cocaína a sustancias sintéticas como el fentanilo, resulta mucho más peligroso para la salud física y psíquica de los consumidores.
“Ya no se necesitan, hoy, muchos acres sembrados de coca o amapola para producir drogas, todo lo que necesita es un juego de química, conocimientos básicos en química, acceso a internet y una habitación tan pequeña como un armario para producir una de las drogas más letales jamás producidas en la faz de la Tierra”, precisó.
El consejo de seguridad
Durante un consejo de seguridad realizado en la Casa de Nariño, liderados por el presidente Gustavo Petro, además del ministro de Defensa, Iván Velásquez; y el ministro de Justicia, Néstor Osuna, se trataron temas de relevancia como las propuestas para diseñar nuevas políticas antidrogas.
Al respecto, el ministro Osuna desmintió que el Ejecutivo pretenda legalizar los cultivos de sustancias ilegales, ya que ‘no es una posibilidad’ dentro del Gobierno del cambio. Al contrario, afirmó que la principal estrategia es preservar tanto la estabilidad como la vida de los ciudadanos de este país.
En torno a este tema tan importante para el país, aseguró que requieren políticas de drogas novedosas y efectivas, las cuales estarán basadas “en la protección de la vida y de los derechos humanos, sostenible y amigable con el medio ambiente, que concentre el esfuerzo punitivo en aquello que debe perseguirse: el tráfico de cocaína y el lavado de activos”.
Asimismo, puso en relieve que la iniciativa será exitosa a medida que se pueda determinar la manera en la que se van a eliminar los cultivos de algunas sustancias como la hoja de coca, por ejemplo.