La vicepresidenta Kamala Harris anuncia la cancelación de todos los préstamos federales para estudiantes prestados para asistir a cualquier Corinthian Colleges, en el Departamento de Educación en Washington.
Antilavadodedinero / France24
Mientras cientos de estudiantes estadounidenses esperan si el presidente Joe Biden condona parte de su deuda de préstamos estudiantiles, la Casa Blanca toma acciones limitadas para responder al escándalo de fraude en Corinthian Colleges, la institución educativa con fines de lucro más grande del país que colapsó hace casi una década.
Un pequeño alivio para un gran problema. La Administración de Joe Biden ordenó que a todos los que se inscribieron en las escuelas de Corinthian Colleges se les borrará su deuda estudiantil federal.
La medida representa la condonación por 5.800 millones de dólares para más de 560.000 prestatarios y se convierte en la mayor descarga de un solo préstamo de la historia, según el Departamento de Educación.
La vicepresidenta Kamala Harris, quien ayudó a descubrir el caso Corinthian, calificó la medida de Washington como un hito en «un viaje hacia la justicia para todos los que fueron defraudados» y «pondrá dinero real en los bolsillos de gente real».
Durante su candidatura, Biden prometió apoyar a los estudiantes condonando deudas. Hasta ahora ha mostrado su interés en cancelar 10.000 dólares por prestatario, aunque aún no lo confirma y tiene la presión de los activistas, que piden la cancelación de al menos 50.000 dólares por persona.
Los pagos por deuda fueron pausados por el presidente Donald Trump previo al inicio de la pandemia de coronavirus y Biden ha mantenido congelada la medida mientras encuentra una solución a largo plazo.
«Presidente Biden, cancelar 10.000 dólares de deuda estudiantil es como verter un cubo de agua helada en un incendio forestal», reaccionó el presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), Derrick Johnson, en un comunicado.
Durante la Administración de Barack Obama, la entonces fiscal general de California, Kamala Harris, ayudó a descubrir cómo los campus falsificaban los datos sobre el éxito de sus graduados. Las escuelas decían que los estudiantes habían encontrado empleos calificados en sus campos, aunque en la vida real trabajaban en tiendas o cadenas de comida rápida.
Tiempo después muchos estudiantes contaron a los investigadores que a menudo eran persuadidos para que se matricularan con promesas de empleos lucrativos, sólo para terminar con enormes deudas y pocas perspectivas de trabajo.