Las autoridades de Estados Unidos asestaron un golpe a una red de tráfico de drogas que tenía farmacias falsas en internet por medio de las cuales vendía medicamentos de prescripción contaminados con fentanilo y metanfetaminas. La operación resalta la creciente sofisticación de este tipo de redes y lo difícil que es combatirlas.
Francisco Alberto López Reyes controlaba “cada faceta del esquema” desde su base en República Dominicana, afirmaron fiscales estadounidenses en una acusación anunciada el 30 de septiembre. La operación incluía la supervisión de al menos nueve farmacias ilegales en internet utilizadas para vender pastillas de Oxicodona falsas contaminadas con fentanilo ilegal, además de Adderall y Xanax contaminado con metanfetaminas, según documentos judiciales.
Los clientes frecuentemente pensaban que estaban comprando medicamentos legítimos. Al menos nueve personas que compraron pastillas de la red de López tuvieron sobredosis fatales. Una víctima, un veterano de la Guardia Nacional del Ejército de Estados Unidos, murió luego de tomar una píldora de Oxicodona M30 falsificada, también conocida como “blues” o azules, por su color, que estaba contaminada con una cantidad moral de fentanilo ilícito.
“La proliferación de falsas farmacias virtuales está alimentando la mortal epidemia del fentanilo”, dijo el fiscal norteamericano Damian Williams en un comunicado de prensa. “[López] y sus colaboradores tenían una red global de estos sitios web y promovían, fabricaban, vendían y distribuían agresivamente millones de píldoras de fentanilo mortales destinadas a imitar medicamentos con receta legítimos”.
López presuntamente manejaba múltiples fábricas de pastillas ubicadas en Nueva York y en sus alrededores. Los fiscales alegan que el grupo tenía la capacidad de producir hasta 200.000 pastillas falsas cada 24 horas. Usaban colorantes y otros equipos especializados para “imitar el color, forma, tamaño y marcas de píldoras recetadas comerciales”, según la acusación.
La red dependía fuertemente de tácticas de mercadeo manipulativas para vender las drogas falsas por internet y a través de servicios de mensajería encriptados. Las droguerías virtuales parecían legítimas y anunciaban precios bajos, incluso llegando a ofrecer envíos gratis, servicio al cliente y una política de devoluciones de 30 días. López y sus asociados enviaban muestras gratis no solicitadas por correo y contactaban a sus clientes a diario por teléfono y correo electrónico para promover las ventas.
La proliferación de las droguerías virtuales que venden píldoras de receta falsas es un fenómeno relativamente nuevo que presenta obstáculos considerables para las autoridades, incluso mientras las muertes por sobredosis en Estados Unidos disminuyen.
“Esto representa una nueva fase de este fenómeno”, dijo Ben Westhoff, un experto en drogas sintéticas y autor de “Fentanilo Inc.: Cómo químicos rebeldes crearon la ola más mortal de la crisis de los opioides” (Fentanyl Inc.: How Rogue Chemists Created the Deadliest Wave of the Opioid Epidemic).
“Tradicionalmente, estas pastillas falsas se vendían en la calle, pero los medicamentos adulterados ahora se venden por internet de forma sofisticada”, agregó. “Es una tendencia preocupante”.
Las muertes por sobredosis en Estados Unidos, propiciadas en gran parte por opioides sintéticos como el fentanilo ilegal, cayeron aproximadamente 10% entre 2022 y 2023, según datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC). Fue el primer descenso anual desde 2018.
Sin embargo, la evolución de los mercados virtuales es un riesgo significativo para esa tendencia a la baja debido al mayor porcentaje de la población de Estados Unidos que usa medicamentos de prescripción y los compra en línea, ya sea para ahorrar dinero o porque no pueden conseguir una receta médica.
Pero este no es solo un problema de Estados Unidos. El año pasado, un grupo de investigadores de ese país encontró que las droguerías legítimas en el noroeste de México estaban vendiendo medicamentos con receta falsos contaminados con fentanilo ilegal y metanfetaminas. Aunque varios actores criminales poderosos producen estas drogas sintéticas, todavía no es claro cómo estas llegan a la cadena de suministro farmacéutica. Autoridades de sanidad federales no aprobaron ninguno de los productos vendidos, algunos de los cuales tenían cajas con información en inglés.
Los grupos criminales mexicanos también han sacado réditos de la venta de medicamentos para bajar de peso —como el Ozempic— falsificados. Este tipo de sustancias pueden generar graves problemas de salud e incluso la muerte. Una investigación de Reuters encontró que los grupos criminales recurren a actores corruptos en las compañías farmacéuticas para obtener números de lote falsos que son utilizados para vender los medicamentos falsificados. Las autoridades incautaron Ozempic contaminado en varios países del mundo, entre ellos Azerbaiyán, Bangladés, Gran Bretaña, Irak, Líbano, Nigeria, Serbia y Ucrania.
Aun así, las fuerzas de seguridad enfrentan cada vez más obstáculos a medida que estas redes migran a internet. Si un sitio web es desactivado, es fácil crear otro usando un dominio encriptado.
“Encontrar estas compañías es como buscar un aguja en un pajar”, le dijo Westhoff a InSight Crime. “Probablemente hay muchas más que va a ser difícil identificar”.