Cuatro personas de origen chino fueron detenidas en Florida acusadas de una conspiración para enviar ilegalmente embarcaciones y motores militares a China.
De acuerdo con un comunicado emitido por el departamento de Justicia, el grupo dirigía una trama que enviaba ilegalmente a China botes inflables de uso militar y motores fueraborda Evinrude MFE.
Dos de los detenidos son ciudadanos estadounidenses naturalizados: un teniente de la Marina de los Estados Unidos, Yang Yang, y su esposa, Fan Yang, ambos residentes en Jacksonville.
Los otros dos acusados son Ge Songtao y Zheng Yan, ambos nacionales y residentes en la República Popular China.
Los detenidos han sido acusados, además, de violar la ley de armas de fuego que prohíbe que un extranjero admitido bajo una visa de no inmigrante posea y/o transfiera un arma de fuego a un no residente.
El teniente además enfrenta cargos por hacer declaraciones oficiales falsas a un vendedor de armas de fuego, que conlleva una pena máxima de 10 años de prisión, y por hacer declaraciones oficiales falsas en su solicitud de autorización de seguridad, que conlleva una pena máxima de cinco años de prisión.
Si son condenados por conspiración o por el envío de información falsa de exportación, cada uno de los acusados enfrenta una pena máxima de cinco años en una prisión federal.
Si se los declara culpables por el cargo de intento de contrabando, los acusados enfrentan una sentencia máxima de 10 años en una prisión federal.
El Partido Comunista Chino lleva tiempo bajo el radar de las autoridades estadounidenses debido a los continuados casos de robo de tecnología y propiedad intelectual, especialmente militar, perpetrados por personas vinculadas al régimen de Beijing.
El director del FBI, Christopher Wray, aseguró en septiembre que China representa una amenaza de contrainteligencia más grave para Estados Unidos que cualquier otro país, incluida Rusia, de acuerdo con The Guardian.
En julio, Wray declaró ante un panel del Senado que el FBI realizó más de 1.000 investigaciones relacionadas con espionaje económico e intento de robo de propiedad intelectual, casi todas las cuales condujeron a China.
ALD/ The Guardian.