El gobierno del presidente Donald Trump emite nuevas licencias que permiten a algunas compañías estadounidenses pagar impuestos en Venezuela pese al amplio régimen de medidas de Estados Unidos.
Las exenciones dejan claro que los pagos hechos al gobierno por impuestos, aranceles de importación y otras transacciones “necesarias” se permitirían pese a la orden ejecutiva del 5 de agosto que prohíbe a las empresas estadounidenses tratar con el gobierno venezolano.
Washington ha incrementado las sanciones como una forma de presionar la salida de Maduro, acusado de corrupción y de violación de los derechos humanos. Estados Unidos y decenas de otros países reconocen como líder al opositor Juan Guaidó, que en enero se proclamó presidente interino.
Los críticos dicen que las sanciones han perjudicado a los venezolanos comunes y al sector privado del país petrolero.
Compañías como el proveedor de software Adobe hasta bancos de Florida y las Grandes Ligas de Béisbol han dicho que no se sentían cómodas participando en actividades comerciales en Venezuela, dado el riego de que algunas transacciones pueden involucrar a entidades estatales.
Washington dijo que los empleados públicos y contratistas venezolanos que trabajan en hospitales, escuelas y universidades no deberían tener bloqueados sus activos en Estados Unidos.
Las licencias se emitieron junto a nuevas sanciones contra cinco funcionarios de seguridad de Venezuela y algunas figuras políticas.
Los funcionarios, que anteriormente habían sido blanco de la Unión Europea y Canadá, han sido vinculados a corrupción y violencia contra manifestantes de la oposición, dijo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado.
El Ministerio de Información de Venezuela no respondió a una solicitud de comentarios.
Entre los sancionados el martes está el almirante Remigio Ceballos, según el comunicado divulgado en el sitio de internet del Departamento del Tesoro.
ALD/Reuters