El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, informó este viernes a China, el Reino Unido y Alemania sobre el ataque estadounidense que mató a un general iraní en Irak y afirmó que se llevó a cabo «en respuesta a amenazas inminentes» para su país.
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La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, indicó que Pompeo habló en las últimas horas con el secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab; el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, y el miembro del Politburó del Partido Comunista de China Yang Jiechi.
En sus llamadas Pompeo «discutió la reciente decisión del presidente (Donald) Trump de tomar una acción ofensiva para eliminar a Qasem Soleimani en respuesta a amenazas inminentes para la vida de estadounidenses», y les aseguró que «Estados Unidos sigue comprometido con aliviar las tensiones».
El ataque estadounidense, llevado a cabo el jueves, mató al vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, y a Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraníes.
Pompeo agradeció a los funcionarios británico y alemán por «sus recientes declaraciones en reconocimiento de la continua amenaza agresiva que representa la Fuerza Qud».
Y en las tres conversaciones, según Ortagus, Pompeo «dejó en claro que Estados Unidos sigue comprometido con aliviar las tensiones».
Esta mañana, en su primera declaración pública desde el ataque, Trump afirmó que «Irán nunca ganó una guerra, pero jamás perdió una negociación».
Durante la noche pasada, el Departamento de Estado mencionó «las crecientes tensiones en Irak y en la región» para urgir a los ciudadanos estadounidenses a que «partan de Irak de inmediato».
«Debido a los ataques de la milicia respaldada por Irán en el predio de la Embajada de EE.UU., todas las operaciones consulares están suspendidas y los ciudadanos estadounidenses no deben acercarse a la embajada», afirmó el comunicado.
Según el Pentágono, Soleimani desarrollaba «planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región».
La nota responsabilizó a Soleimani y a la Fuerza Quds por «la muerte de cientos de estadounidenses y de miembros del servicio de la coalición, y de causar heridas a miles más».
«Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo», agregó el comunicado, que precisa que este golpe «tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataques iraníes».
Según medios estadounidenses, Trump había autorizado el jueves por la mañana la operación, que ocurrió en medio de la escalada de tensión entre Washington y Bagdad después de que seguidores y miembros de Multitud Popular asaltaran la Embajada estadounidense en Irak el 31 de diciembre.
En su cuenta oficial de Twitter, la Multitud Popular denunció que el vehículo en el que viajaban su vicepresidente y Soleimani fue blanco de un ataque aéreo en la carretera del aeropuerto internacional y dijo que ofrecerá más detalles posteriormente.
El general Soleimani era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y ha estado presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.