Gonzalo López, el asesino convicto que escapó del autobús de transporte de una prisión en Texas la semana pasada, logró liberarse de sus ataduras y de una jaula antes de apuñalar al conductor y darse a la fuga, dijeron las autoridades, que emprendieron un masivo operativo de búsqueda. La recompensa por información que conduzca a la captura de López ha aumentado a $50,000.
Antilavadodedinero / Univisión
El hombre de 46 años, que cumplía cadena perpetua, estaba siendo transportado a una cita médica el 12 de mayo en un área segura del autobús que es designada para reclusos de alto riesgo, informó el Departamento de Justicia Criminal de Texas en un comunicado que ofrece nuevos detalles sobre el escape.
Mientras transportaban a López, de alguna manera consiguió liberarse de las ataduras de manos y pies, cortó el metal expandido de la jaula y se arrastró hasta la parte delantera, dijo el departamento. Luego atacó al conductor, quien detuvo el autobús para enfretarse a López en una pelea que terminó fuera del vehículo.
El conductor fue apuñalado y herido en la mano y el pecho en algún momento, de acuerdo con Jason Clark, jefe de personal del departamento. No obstante, señaló que las heridas no pusieron en peligro su vida.
Un segundo oficial en la parte trasera del autobús salió y se acercó a López, pero el reo rápidamente regresó al vehículo de transporte y comenzó a conducir por la carretera. Los oficiales dispararon al autobús, impactando una llanta trasera. Sin embargo, el autobús siguió en marcha una corta distancia antes de salirse de la carretera. Entonces, López se bajó y corrió hacia el bosque.
Dieciséis presos estaban a bordo del transporte, pero nadie más escapó, dijo el departamento.
López, quien fue condenado en 2006 por matar a un hombre en la frontera entre Texas y México, escapó al condado de Leon, un área rural entre Dallas y Houston. Varias agencias de aplicación de la ley están involucradas en la búsqueda, que ha incluido aviones y equipos a caballo y equipos caninos.
López estaba siendo transportado de un calabozo en Gatesville, a más de 160 kilómetros (100 millas) al oeste del área de donde escapó, a uno en Huntsville.