El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, advirtió a Italia sobre el riesgo de que China aproveche la tecnología móvil 5G “para fortalecer su poder”, un tema de actualidad en Europa.
Frente a tal pedido, su homólogo italiano, Luigi Di Maio, aseguró que la península contaba con normas muy avanzadas para garantizar la propia seguridad.
Pompeo abordó el tema también con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y con el primer ministro, Giuseppe Conte.
“Si China está dispuesta a competir sobre una base sólida, entonces todo está bien, pero en el caso de que el Partido Comunista haga una inversión para fortalecer su poder político o amenazar la seguridad de una nación, hay que protegerse”, explicó Di Maio en una conferencia de prensa.
El ministro comparte los temores de Estados Unidos por “el enfoque depredador de China en sus inversiones”, por lo que Italia “ha aprobado normas muy avanzadas para proteger los datos de sus empresas y su gente”, dijo.
El gigante de la telefonía china Huawei, al que Estados Unidos acusa de espionaje para China, anunció en julio que está listo a invertir 3.100 millones de dólares (2.750 millones de euros) antes de 2021 en Italia así como de crear 3.000 empleos.
Italia introdujo recientemente el llamado “poder dorado”, un poder especial que permite al gobierno verificarque no se ponga en peligro la seguridad nacional.
Una ley promulgada recientemente regula además la “ciberseguridad” e incluye la creación de un comité para verificar “la seguridad de todos los sistemas”.
El joven canciller, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5E, populista), pidió “distinguir entre los acuerdos comerciales” concluidos por Italia con China y las “preocupaciones por infraestructuras estratégicas”, para lo cual se “ha reforzado la cooperación” con Estados Unidos, dijo.
En marzo de 2019, China e Italia firmaron un memorando de acuerdo “no vinculante” que sella la entrada de Italia en las “nuevas rutas de la seda”, pese a las dudas manifestadas por la Unión Europea y EEUU.
Se trata del primer país del G7 que participa en el proyecto faraónico de infraestructuras marítimas y terrestres lanzado por China en 2013.
“No participaremos en acuerdos comerciales que puedan socavar la soberanía de nuestro país”, recalcó el canciller italiano.
ALD/Reporte