A poco más de un mes de cumplirse el primer aniversario del 7 de octubre y del inicio de la guerra entre Israel y Hamás, Estados Unidos ha presentado cargos contra líderes del grupo terrorista, incluido Yahya Sinwar.
Además de Sinwar, recientemente nombrado líder de Hamás tras el asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán, los otros altos mandos contra los que se han presentado cargos son Marwan Issa, dirigente adjunto de la formación en Gaza que participó de los planes del ataque de octubre; Jaled Mashaal, un colaborador de Hanieyh; Mohammed Deif, comandante de las brigadas Al-Qassam; Ali Baraka, líder de las relaciones de la organización con el extranjero; y Haniyeh.
Israel ha confirmado la muerte de Mohammed Deif y Mawan Issa en ataques distintos en los últimos meses, mientras que Sinwar se cree que está escondido en algún túnel de Gaza. Los otros dos líderes que todavía siguen vivos, Jaled Mashaal y Ali Baraka, se encuentran en Qatar y el Líbano respectivamente.
El Departamento de Justicia confirmó que la denuncia penal fue iniciada en un tribunal federal de Nueva York e incluye cargos de conspiración para proporcionar apoyo material a una organización terrorista extranjera, con resultado de muerte, terrorismo y evasión de sanciones.
La acusación estadounidense también hace referencia a la violencia sexual empleada por Hamás durante el ataque del 7 de octubre, subrayando en este sentido “la violación y la mutilación genital”. Asimismo recuerda que los terroristas “atacaron y dispararon contra civiles, incluidos niños, a veces con ametralladoras y a veces a quemarropa”.
El informe también detalla algunas de las atrocidades de esa jornada, como la ejecución masiva de jóvenes que asistieron al festival de música Nova, el secuestro del cuerpo de Shani Louk y de Shiri Bibas y sus dos hijos pequeños, los ataques contra una ambulancia y el secuestro de ancianas.
Tal y como ha recalcado el fiscal general Merrick Garland, estos cargos son “sólo una parte de los esfuerzos por atacar todos los aspectos de las operaciones de Hamás”, por lo que asegura que esta acción “no será la última”.
Como se indica en nuestra denuncia, esos acusados -armados, con apoyo político y financiación del Gobierno de Irán y de Hezbollah- han dirigido los esfuerzos de Hamás para destruir el Estado de Israel y asesinar a civiles en apoyo de ese objetivo, entre ellos, 40 estadounidenses”, añadió Garland.
Esta denuncia se ha formalizado pocos días después de que las Fuerzas de Defensa de Israel hallasen en Rafah los cuerpos sin vida de seis rehenes secuestrados el 7 de octubre, uno de ellos, Hersh Goldberg-Polin, estadounidense. El joven de 23 años, nacido en California, fue asesinado por Hamás junto con otros cinco israelíes -dos mujeres- pocas horas antes de que las tropas israelíes encontrasen sus cadáveres en un túnel al sur de Gaza.
Tras confirmar la muerte de Goldberg-Polin, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que los líderes de Hamás pagarían por este crimen, subrayando que la organización terrorista “tiene aún más sangre estadounidense en sus manos”.
