En una reciente declaración, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que un individuo respaldado por el gobierno de Corea del Norte había sido acusado de ser un hacker y de participar en un plan para infiltrarse en los sistemas informáticos de hospitales estadounidenses y exigir rescates a cambio.
Rim Jong Hyok, presuntamente parte de un grupo de piratas informáticos que trabajan para la agencia de inteligencia militar norcoreana, ha utilizado estos fondos obtenidos de proveedores de atención médica para financiar nuevas operaciones de piratería contra agencias y contratistas del gobierno estadounidense. Estos ataques han provocado bloqueos en los registros médicos y han interrumpido los servicios de atención médica en diferentes partes del país.
Las víctimas de esta operación norcoreana incluyen hospitales en Florida y Kansas, así como empresas de atención médica en Arkansas y Connecticut, además de una clínica en Colorado, según se informa en la acusación presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Kansas.
Ante esta situación, el Departamento de Estado ha ofrecido una recompensa de hasta 10 millones de dólares por cualquier información que lleve a la captura de Rim.
Además, en una acción conjunta, las agencias de seguridad de Estados Unidos, Corea del Sur y Gran Bretaña han publicado información sobre las tácticas utilizadas por los piratas informáticos norcoreanos, advirtiendo sobre su interés en información clasificada y otra información confidencial en sectores como la tecnología nuclear y aeroespacial. Esto les permitiría avanzar en sus programas militares y nucleares en Pyongyang.
La gravedad de estas acciones ha sido evidenciada por un incidente en 2022, cuando un contratista de defensa estadounidense fue víctima de un hackeo norcoreano que resultó en el robo de una gran cantidad de datos confidenciales, incluido material utilizado en aviones y satélites militares, como ha informado el Departamento de Estado. Se cree que la mayoría de estos datos fueron obtenidos antes de 2010.
Además de estos ataques, los piratas informáticos norcoreanos también se han dedicado al robo de miles de millones de dólares de bancos y empresas de criptomonedas en los últimos años, lo que les proporciona una fuente importante de ingresos para el régimen, según informes de las Naciones Unidas y empresas privadas.
Ante esta realidad, la administración Biden ha hecho de la lucha contra la piratería informática y el lavado de dinero norcoreanos una prioridad en materia de seguridad nacional. Según un funcionario de la Casa Blanca, aproximadamente la mitad del programa de misiles de Corea del Norte ha sido financiado mediante estos ataques y el robo de criptomonedas.
Por su parte, medios de comunicación han informado sobre los esfuerzos de espías surcoreanos y empresas estadounidenses para interceptar estas criptomonedas robadas por los piratas informáticos norcoreanos. Incluso se ha identificado a un empresario de criptomonedas que involuntariamente había enviado decenas de miles de dólares a un trabajador de TI norcoreano.
