El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una acusación formal sin precedentes contra Pedro Inzunza Noriega y su hijo, Pedro Inzunza Coronel, líderes de la Organización Beltrán Leyva (OBL), una facción poderosa y violenta del Cártel de Sinaloa.
«El Cártel de Sinaloa es una organización terrorista compleja y peligrosa, y desmantelarlo exige una respuesta legal innovadora y contundente», declaró la Fiscal General Pamela Bondi. «Se acabaron sus días de brutalizar al pueblo estadounidense sin consecuencias; buscaremos cadena perpetua para estos terroristas».
Esta es la primera acusación en la nación que imputa a presuntos líderes del Cártel de Sinaloa por narcoterrorismo y apoyo material al terrorismo, en relación con el tráfico masivo de fentanilo, cocaína, metanfetamina y heroína hacia Estados Unidos.
La acusación es consecuencia directa de la Orden Ejecutiva 14157 del presidente Trump, que designó al Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera, y de la posterior designación oficial por parte del Secretario de Estado el 20 de febrero de 2025.
«Las iniciativas de la Operación Take Back America reflejan la realidad de que los narcoterroristas operan como un cáncer dentro de un estado», afirmó el fiscal federal Adam Gordon. «Propagan la violencia, la corrupción y el miedo. Si no se controlan, su crecimiento conduciría a la destrucción del orden público».
Otros cinco líderes de la OBL también están acusados de narcotráfico y lavado de dinero en este mismo caso. La organización Beltrán Leyva ha sido considerada una de las organizaciones narcotraficantes más violentas en México, involucrada en tiroteos, asesinatos, secuestros, torturas y cobro violento de deudas.
Según documentos judiciales, Pedro Inzunza Noriega y su hijo lideran una de las redes de producción de fentanilo más grandes y sofisticadas del mundo. En los últimos años, han traficado decenas de miles de kilogramos de fentanilo a Estados Unidos.
«La OBL, bajo el liderazgo de Inzunza Noriega, es presuntamente responsable de algunas de las mayores incautaciones de drogas de fentanilo y cocaína con destino a Estados Unidos de la historia», declaró Houtan Moshrefi, agente especial interino del FBI en San Diego.
El 3 de diciembre de 2024, las autoridades mexicanas allanaron varios lugares en Sinaloa controlados por padre e hijo, e incautaron 1,500 kilogramos de fentanilo, la mayor incautación de esta droga en el mundo.
Esta es la primera acusación formal de la recién formada Unidad de Narcoterrorismo, establecida tras la juramentación del Fiscal Federal Gordon el 11 de abril de 2025.
Los cargos contra los acusados incluyen narcoterrorismo, apoyo material al terrorismo, empresa criminal continua, conspiración para distribuir sustancias controladas, conspiración para importar sustancias controladas y lavado de dinero.
Las penas máximas para estos delitos incluyen cadena perpetua, con mínimos obligatorios de hasta 20 años de prisión, y multas de hasta 20 millones de dólares.
El caso forma parte de la Operación Take Back America, una iniciativa nacional que moviliza todos los recursos del Departamento de Justicia para combatir los cárteles y las organizaciones criminales transnacionales.
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