La tensión entre Estados Unidos e Irán prosigue su escalada. El Gobierno de Donald Trump impuso al ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif porque “actuó o pretendió actuar en nombre o por cuenta, directa o indirectamente» del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, quien ya fue sancionado a finales de junio, según informó el Departamento del Tesoro del país norteamericano. Javad Zarif reaccionó rápidamente al castigo, publicando un mensaje en Twitter en el que ironizaba ante la acción estadounidense: “Gracias por considerarme una amenaza tan grande para su agenda”.
«Javad Zarif lleva a cabo la agenda imprudente del líder supremo de Irán y es el principal portavoz del régimen en todo el mundo. EE UU está enviando un mensaje claro al régimen iraní de que su comportamiento reciente es completamente inaceptable», sostuvo el secretario del Tesoro Steven Mnuchin. «Al mismo tiempo que el régimen niega a sus ciudadanos el acceso a las redes sociales, el canciller Javad Zarif difunde la propaganda y la desinformación del régimen en todo el mundo a través de estas plataformas», agregó Mnuchin.
Las sanciones al jefe de la diplomacia iraní incluyen la congelación de los activos y bienes en EE UU, así como la prohibición de tratar con él a cualquier persona o entidad del país norteamericano. «No tiene ningún efecto sobre mí o mi familia, ya que no tengo propiedades o intereses fuera de Irán», respondió el ministro, quien agregó: «La razón que da EE UU para sancionarme es que soy el ‘portavoz principal de Irán en todo el mundo’. ¿Es realmente tan dolorosa la verdad?». Cuando Washington castigó a ayatolá Ali Khamenei, Mnuchin adelantó que el próximo sería Javad Zarif. Sin embargo, el castigo se retrasó después de que funcionarios del Departamento de Estado intentaran disuadir las órdenes del mandatario porque la acción cerraría la puerta a la diplomacia.
The Washington Post.