Fiscales estadounidenses pidieron el viernes a un juez federal que el expresidente peruano Alejandro Toledo sea detenido en una prisión mientras el secretario de Estado aprueba su extradición a Perú.
Antilavado de Dinero / El Nuevo Herald.
El pedido ocurre días después de que ese magistrado estadounidense resolvió que Toledo puede ser extraditado a su país natal, donde es buscado por delitos vinculados con un escándalo de corrupción ligado a la constructora brasileña Odebrecht.
Toledo se encuentra en estos momentos en arresto domiciliario y los fiscales aseguran que podría fugarse.
Para poder tomar una decisión sobre si Toledo debería ir a la cárcel o no, el juez, llamado Thomas Hixson, le dio plazo al expresidente para responder antes del 15 de octubre. Toledo deberá rebatir los alegatos de los fiscales y explicar por qué, a su juicio, debería permanecer detenido en su casa.
La fiscalía del distrito norte de California dijo que la pandemia ya no es un problema para escapar.
“El riesgo de huida por avión de Toledo ya no se ve reducido por la pandemia, hecho que podría haber sido así previamente”, señaló la fiscal Stephanie Hinds.
Hixson falló el martes que Toledo puede ser extraditado después de que el expresidente batallara en un largo proceso. Perú pide la extradición desde 2018.
Toledo fue detenido en 2019 en Estados Unidos por la solicitud de extradición ligada a los sobornos que Odebrecht pagó a su administración. Tiempo después se le otorgó el arresto domiciliario.
Los fiscales peruanos afirman que Toledo habría recibido hasta 35 millones de Odebrecht para favorecerlo en diversas obras de infraestructura durante su gestión entre 2001 y 2006.
La extradición del expresidente Toledo debe ser aprobada en última instancia por el Departamento de Estado estadounidense, que puede ordenarla en cualquier momento después de que el juez confirmó que el proceso cumplió con todos los requisitos.