El Departamento del Tesoro de Estados Unidos vendió en subasta los 14 caballos de salto confiscados a Alejandro “el Tuerto” Andrade, quien fue tesorero nacional de Venezuela y en 2018 fue condenado a 10 años de cárcel en EEUU.
Se desconoce la cifra total de la venta, pues en el caso de 6 de los 14 caballos no se alcanzó el precio de reserva establecido, aunque el Departamento del Tesoro finalmente aceptó la oferta más alta en la subasta, que concluyó este martes.
Un representante de la compañía especializada CWS Marketing, que organizó la subasta por encargo del Departamento del Tesoro de EEUU, y que pidió no ser identificado, indicó este miércoles a Efe que entre las razones para no revelar la cifra final está que las autoridades deben comprobar antes si los compradores cumplen los requisitos.
Las bases de la subasta establecían que la familia y personas con conexiones con Andrade y los bienes que le fueron confiscados no podían participar en la subasta.
El total recaudado de los otros ocho caballos vendidos ascendió a más de 1,23 millones de dólares.
El caballo que mayor precio alcanzó en la subasta fue Hardrock Z, que se vendió por 282.000 dólares, seguido de Joli Jumper, que se remató en 228.000 dólares en la subasta iniciada el 19 de febrero.
El último día para pujar fue este martes.
Los precios mínimos de venta iban desde 5.000 a 35.000 dólares y para poder pujar era necesario haberse registrado previamente y depositado 50.000 dólares.
En el caso de los caballos con los precios mínimos más elevados, Boy IV, Bonjovi y Ricore Courcelle, no se alcanzó el precio de reserva, pero finalmente se cerró su venta.
Estos equinos de competición forman parte de los numerosos activos confiscados a Andrade, quien fue guardaespaldas y amigo del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, quien en su día lo nombró tesorero nacional de Venezuela.
Como parte de un trato con la Fiscalía de EEUU, Andrade se declaró culpable en 2017 de un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero y fue condenado en 2018.
Andrade, residente en Wellington (sureste de Florida), confesó como parte del trato judicial que recibió sobornos por el equivalente a mil millones de dólares de Raúl Gorrín, dueño del canal televisivo venezolano Globovisión, y de otros implicados en una trama de lavado de dinero y corrupción.
El extesorero pactó con la Fiscalía que ingresaría en prisión a fines de febrero para cumplir su condena.
La fuente de la compañía especializada explicó a Efe que en abril próximo se subastarán propiedades inmobiliarias de Andrade en Wellington, así como artículos de lujo que pertenecían al exdirigente chavista como joyas y relojes.
Nancy Robbins, encargada de comunicación de CWS Marketing, dijo a Efe cuando se inició la subasta que los caballos son muy valiosos y muchos han participado en competencias internacionales.
Los caballos están “en excelentes condiciones”, han hecho ejercicio a diario y su preparación para competencias ha seguido desde la confiscación, dijo Robbins.
Cuando era tesorero nacional, entre 2007 y 2010, Andrade recibía dinero a cambio de adjudicar tasas favorables de cambio de divisas, según indicó la Fiscalía de EEUU en un comunicado el día en que fue condenado por el juez Robin L. Rosenberg.
De los tres acusados en EEUU por dicha trama, solo Gorrín, que reside en Venezuela, no ha sido juzgado, pero el Tesoro de EEUU lo sancionó económicamente el pasado 8 de enero junto a otros presuntos implicados en una red de corrupción que logró más de 2.400 millones de dólares con el uso ilícito del sistema cambiario venezolano.
Gorrín enfrenta en Estados Unidos nueve cargos de lavado de dinero, uno de conspiración por violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) y otro de conspiración por cometer lavado de dinero, según la Fiscalía.
El hijo del extesorero, Emanuel Andrade Colmenares, que es jinete de salto ecuestre, ha participado en diferentes competiciones de equitación alrededor del mundo con algunos de los caballos confiscados.
En los Juegos Olímpicos de 2016, en Río de Janeiro, formó parte del equipo de Venezuela.
ALD/EFE