La ley conocida como “Don’t Say Gay” sigue causando mucha controversia en Estados Unidos. Además de seguir avanzando en Florida, la ley ya se está popularizando en otros estados altamente conservadores que buscan replicarla, mientras varias figuras de poder y celebridades del país buscan llamar la atención para detenerla.
Antilavadodedinero / Tomatazos
De manera algo inesperada, la compañía de Disney terminó dentro de esta lucha luego de que se diera a conocer que había apoyado económicamente a políticos que propusieron esta ley y que elementos de Pixar declararan que por años han censurado temas LGBTQ en sus películas, siendo Luca – 89%, Unidos – 84% y Lightyear tres de los más recientes ejemplos.
Si bien es cierto que Disney, junto a Marvel y Pixar, han creado productos muy interesantes y muchos más que son valiosos para la infancia de millones, también es cierto que la empresa siempre ha sido algo problemática. Al igual que muchas otras compañías, los ejecutivos buscan mantenerse al tanto de las necesidades de sus consumidores, y en los últimos años eso ha estado naturalmente relacionado con el tema LGBTQ y el feminismo.
Por años se ha criticado cómo Disney se jacta constantemente de presentar personajes de la comunidad que en realidad terminan por ser superficiales y simples, claro ejemplo de que sólo los usan para complacer.
El asunto es que cuando se dio a conocer que la empresa aportaba dinero a políticos republicanos, Bob Chapek respondió de la peor manera. El CEO pidió a su público que no le dieran importancia a sus apoyos económicos y que mejor se enfocaran en su contenido inclusivo, mismo que ya sabemos es realmente pobre y poco prometedor.
Esto causó la furia de sus divisiones y sus empleados, con Pixar y Marvel tomando posturas claras para apoyar a la comunidad y creativos demostrando que Disney censura ciertos temas para no enfadar a un sector muy específico de sus espectadores.
Incluso Disney Parks se pronunció en contra de la ley luego de que el público anunciara un posible boicot para que no ingresaran a sus instalaciones, algo que finalmente no se concretó de esa manera, pues se dio prioridad a una marcha donde varios empleados abandonaron por un día sus puestos como protesta. Con todo este asunto, Bob Chapek cambió totalmente de opinión y proclamó que él ayudaría a tirar la ley al hablar directamente con los involucrados, pero estos políticos no se irán sin pelear.
Ahora que Disney quedó en medio de toda la situación siente la presión por ambos lados. Las revelaciones sobre la forma de trabajo y las limitaciones al momento de aprobar historias ya tuvieron consecuencias reales, como la restauración de una escena de Lightyear que incluía un beso entre dos mujeres, y la aprobación del nuevo puesto que le dieron a Domee Shi, directora de Red – 91%, que debería ayudar a crear proyectos más inclusivos.
Sin embargo, del otro lado están aquellos que sienten la traición de la compañía y pretenden hacer algo al respecto. The Hollywood Reporter dio a conocer que algunos legisladores están proponiendo la revocación de una ley de 1967 que le permitía a Disney manejarse de manera independiente y como si fuera un condado.
Esta ley permite a Disney aprobar impuestos, adoptar mandatos propios, y hasta permitir que su territorio en Orlando sirva para brindar servicios de emergencia de ser necesario. El Gobernador de Florida, Ron DeSantis declaró en una conferencia (vía THR) que no apoya que una compañía tenga tantos privilegios:
Como cuestión de principio, no apoyo los privilegios especiales en la ley únicamente porque una empresa es poderosa. Disney ha perdido mucho del poder que solía tener y, sinceramente, creo que eso es algo bueno para nuestro estado. No debe tener una organización que pueda dictar políticas en todos estos diferentes ámbitos, y lo han hecho durante muchos, muchos años. Si eso se detiene ahora, que debería ser así, sería algo bueno para Florida.
El próximo 18 de abril, aprovechando que tendrán una sesión especial, los republicanos aportarán nuevas propuestas y una de ellas es la revocación de esta ley que afectaría al famoso parque de diversiones.
Pero, ¿qué tan posible es eso? No tanto como ellos creen. Si bien no es imposible revocar esta ley y cambiar las cosas para el parque de Disney en Florida, eso implicaría un cambio de toda la estructura económica de ese estado, algo que todavía no proponen y no sería tan fácil de llevar a término.
Por otro lado, Disney tiene grandes ventajas por la cantidad de dinero que ingresa anualmente y la cantidad de puestos que ofrece en Orlando. De hecho, estudios de los últimos años indican un alza en el empleo gracias a que Disney movió varias fuerzas de California a Florida. Por el momento, los representantes de la empresa no han dado su opinión sobre esta amenaza, pero es muy posible que traten de ignorarla porque es poco probable que pase a mayores.
