Desde mediados de octubre, el CEO y consejero delegado de JPMorgan Chase (el banco considerado como el más grande de los Estados Unidos), Jamie Dimon, viene advirtiendo a las autoridades económicas en todo el mundo sobre la tormenta perfecta que se está generando por cuenta de factores como la inflación, la guerra en Ucrania, el covid en China y la desaceleración de grandes potencias que están empezando a ceder ante la crisis.
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A este analista y experto en mercados y criptomercados se la ha escuchado en varias ocasiones que la economía estadounidense debe hacer frente a una “inflación obstinadamente elevada”, “tasas de interés más altas en todo el mundo”, “el impacto incierto del endurecimiento monetario liderado por el banco central”, “la guerra en Ucrania” y “la fragilidad del suministro y los precios del petróleo”.
Así mismo ha advertido que pese a que las autoridades como la Fed y el Banco Central Europeo han subido las tasas de interés para hacer frente al acelerado crecimiento del costo de vida, los consumidores “continúan gastando y tienen cuentas sólidas, mientras que las ofertas de trabajo son abundantes y las empresas se mantienen saludables”.
La situación para Dimon ha llegado a tal punto que esta semana, durante una presentación sobre el futuro económico del mundo, en Estados Unidos, aseguró que hay que prepararse para un “huracán” financiero que tocará tierra en el 2023 y pondrá contra las cuerdas a los consumidores, empresas y autoridades financieras en general. Todo esto, según explicó, impulsado principalmente por la inflación y las subidas de tasas de interés.
“Ahora mismo, el tiempo es soleado, las cosas van bien. Todo el mundo piensa que la Fed puede manejar esto. Ese huracán está ahí fuera, viniendo hacia nosotros. Solo que no sabemos si es uno pequeño o la supertormenta Sandy”, dijo el vocero de JP Morgan durante una conferencia bancaria de AllianceBernstein a mediados de junio.
En esto hay que tener presente que la inflación en Estados Unidos se ubica actualmente en el 7,8 %, luego de un ligero desplome en octubre, mientras que la zona euro es del 10 %, según los reportes de septiembre. Por ahora el caso más grave está en Reino Unido, donde el costo de vida alcanza el 11,1 %, cifra que no se veía hace 40 años, y de inmediato las autoridades confirmaron que se alistan para una recesión.
“La Fed tiene que hacer frente a esto ahora con la subida de tipos y el QT (Quantitative Tightening). En mi opinión, tienen que hacer QT. No tienen otra opción porque hay mucha liquidez en el sistema”, agregó Dimon, quien también resaltó que el remezón que vendrá para el próximo año tocará a los diferentes sectores de la economía y podría llevar a la quiebra a las empresas que no estén preparadas.
El pronunciamiento más reciente sobre este tema de parte de JP Morgan se dio la semana pasada por parte de Michael Feroli y Daniel Silver, economistas de esta firma, quienes fueron más concretos y manifestaron que esperan que Estados Unidos se adentre en una “recesión leve” durante la segunda mitad del 2023, aunque calificaron esto como “huracán económico de categoría 1″, lo que da a entender que la fuerza de esta crisis no será tan severa como muchos esperan.
Una caída en las ganancias de JP Morgan
A mediados de octubre, JPMorgan Chase reportó una caída en las ganancias del tercer trimestre, dado que reservó fondos para posibles incumplimientos de préstamos, y destacó el creciente riesgo de recesión.
Las ganancias cayeron un 17 % a 9.700 millones de dólares en un aumento del 10 % en los ingresos a 32.700 millones.
Los resultados se vieron afectados por la decisión de JPMorgan de agregar 808 millones de dólares en reservas para posibles préstamos incobrables. En el período del año anterior, las ganancias se vieron impulsadas por 2.100 millones en liberaciones de reservas. El contraste refleja la perspectiva económica mucho más moderada de hoy en comparación con hace un año.
Las tasas de interés más altas ayudaron a impulsar los ingresos por intereses netos del banco, pero JPMorgan sufrió una gran caída en los ingresos de la banca de inversión. Tanto las ganancias por acción como los ingresos superaron las expectativas de los analistas.