Según IBM Security, el coste promedio de un ciberataque asciende a 4,35 millones de dólares y las empresas tardan una media de 277 días en identificar y contener estas amenazas. Gartner indica que el 88% de los consejos de administración ya consideran la ciberseguridad como un riesgo empresarial clave, no solo tecnológico. Además, la llegada de la computación cuántica representa un desafío inminente, pues podría comprometer los sistemas de encriptación tradicionales en menos de una década, según advierte la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
Ante este escenario, cabe preguntarse: ¿puede una empresa permitirse las consecuencias de un ciberataque? Los impactos financieros, la pérdida de confianza de los clientes, el daño reputacional y la interrupción de las operaciones son riesgos que ningún consejo debería subestimar. La responsabilidad de actuar no solo es urgente, sino imprescindible para garantizar la sostenibilidad del negocio.
Digitalización: un requisito estratégico
La digitalización no es una opción, sino un requisito estratégico. Tecnologías como la inteligencia artificial, el big data y el Internet de las cosas están transformando industrias completas, ofreciendo nuevas oportunidades para mejorar la competitividad. Sin embargo, su adopción debe estar alineada con los objetivos empresariales y respaldada por una cultura organizativa que fomente la innovación.
Esto exige a los consejos de administración integrar la digitalización en la estrategia a largo plazo, garantizar la inversión en tecnología y talento, y evaluar constantemente los riesgos y oportunidades asociados. Solo así será posible aprovechar plenamente las ventajas competitivas que ofrece la tecnología.
La ciberseguridad como prioridad del consejo
La ciberseguridad, por su parte, debe ocupar un lugar prioritario en la agenda de cualquier consejo de administración. La creciente sofisticación de los ciberataques y la posibilidad de que la computación cuántica comprometa los sistemas actuales exigen una respuesta inmediata. Esto implica designar responsables claros, como un Chief Information Security Officer que reporte directamente al consejo, fomentar una cultura de seguridad entre todos los empleados y realizar auditorías periódicas para actualizar los sistemas.
Además, es fundamental prepararse para las tecnologías emergentes que plantearán nuevos desafíos y oportunidades en los próximos años.
El liderazgo del consejo en tiempos de incertidumbre
En un entorno de rápidos cambios tecnológicos y alta incertidumbre, el consejo de administración debe ser el motor del cambio. Liderar la transformación digital y garantizar la seguridad cibernética no solo protege el presente de la empresa, sino que asegura su viabilidad futura. La colaboración entre equipos internos y la búsqueda de asesoramiento externo cuando sea necesario son fundamentales para anticiparse a los riesgos y capitalizar las oportunidades.
En última instancia, la pregunta que todo consejo debe plantearse es si su organización está preparada para competir en un mundo digital y protegerse frente a los riesgos cibernéticos que se avecinan. Nunca vamos a estar seguros al 100%, pero al menos que no sea fácil atacarnos.