El Buró Federal de Investigaciones (FBI, sigla en inglés) ha detectado un alarmante incremento en las estafas dirigidas a propietarios de tiempos compartidos. Estos fraudes, que engañan a los propietarios para que entreguen grandes sumas de dinero bajo falsas promesas relacionadas con sus propiedades, están generando graves consecuencias económicas y emocionales para las víctimas. Peor aún, se trata de un nuevo tipo de actividad criminal que los cárteles de la droga están empleando como nueva y menos riesgosa forma de obtener dinero.
Perfil de las víctimas: personas mayores estadounidenses
Los delincuentes se enfocan principalmente en personas mayores estadounidenses proclives a tener propiedades en tiempos compartidos, membresías en clubes vacacionales y similares. Según Paul Roberts, Agente Especial Adjunto a Cargo de la Subdivisión de Delitos Financieros Complejos en la Oficina de Nueva York del FBI, este tipo de fraude busca despojar a las víctimas de su dinero o criptomonedas.
Vinculación con cárteles mexicanos
Lo que agrava aún más la situación es la relación entre estos fraudes y los cárteles de la droga en México. Roberts explica que las ganancias ilícitas obtenidas a través de estas estafas están siendo utilizadas para financiar a cárteles violentos como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa.
Estos cárteles han encontrado en el fraude de tiempo compartido una operación más rentable y menos riesgosa que el tráfico de drogas y armas. Basados en denuncias y rastreos financieros, el FBI cree que el CJNG ha sido el cártel que predominantemente participa en fraudes de tiempo compartido en México.
Un delito de bajo coste y riesgo
El atractivo del fraude de tiempo compartido para los cárteles radica en sus bajos costos y la mínima inversión necesaria. Roberts señala que sólo se requiere un pequeño espacio de oficina, telecomunicaciones y empleados que hablen inglés, con acceso a bases de datos de complejos turísticos. Además, existe un menor riesgo de enjuiciamiento y extradición, lo que convierte a este fraude en una fuente fácil de ingresos para los cárteles.
Estrategias de los estafadores
Para llevar a cabo sus estafas, los delincuentes investigan minuciosamente a sus víctimas, creando documentos falsos y haciéndose pasar por representantes de instituciones confiables. Utilizan tácticas de ventas de alta presión y estrategias de fraude cibernético, como imitar direcciones de correo electrónico y falsificar documentos oficiales, para convencer a las víctimas de la legitimidad de sus propuestas.
Etapas del fraude
El fraude de tiempo compartido generalmente se desarrolla en tres fases. En la primera, los estafadores contactan a las víctimas haciéndose pasar por corredores de tiempo compartido o representantes comerciales de éstos, instándolas a vender, alquilar o invertir en certificados de acciones para su propiedad. Exigen pagos por adelantado para asegurar estos acuerdos.
En la segunda fase, los estafadores vuelven a contactar a las víctimas, esta vez haciéndose pasar por abogados que ofrecen recuperar el dinero perdido en la primera estafa, a cambio de más pagos adelantados.
En la tercera fase, los estafadores se hacen pasar por funcionarios gubernamentales, intentando asustar a las víctimas para que entreguen más dinero bajo amenazas de arresto o enjuiciamiento.
Señales de alerta y prevención
El fraude de tiempo compartido a menudo no se denuncia porque las víctimas no se dan cuenta de que están siendo estafadas o no saben que hay ayuda disponible. El FBI y la Comisión Federal de Comercio han visto un aumento en las denuncias, con más de 6,000 víctimas reportando pérdidas de más de 300 millones de dólares en los últimos cinco años.
Roberts también señala que «lo peor que la gente puede hacer es sufrir en silencio por vergüenza o por miedo a la crítica», subrayando que, «no hay nada vergonzoso en caer víctima de una estafa como esta».
El FBI aconseja estar alerta a las señales de peligro, como solicitudes de pagos por adelantado y amenazas de arresto. Recomienda no contestar llamadas de números desconocidos y no enviar documentos legales por correo electrónico.
El FBI tiene una página dedicada a informar a los consumidores sobre las estafas asociadas con el tiempo compartido y cómo denunciarlas.
Por su parte, la Comisión Federal de Comercio estadounidense ha publicado un artículo en el que ofrece información sobre cómo detectar y evitar ser víctima de estos fraudes.
La Asociación Americana de Desarrolladores de Complejos (ARDA, sigla en inglés) dispone de una herramienta en línea que permite a los consumidores obtener información sobre las empresas detrás de las propiedades de tiempo compartido.
Consecuencias legales
Las personas involucradas en estas estafas pueden enfrentar la extradición a Estados Unidos y ser enjuiciadas por varios delitos, incluyendo fraude electrónico, fraude bancario, confabulación para cometer fraude y lavado de dinero.