El fentanilo ilegal ataca ambos lados de la frontera de México-EE.UU.

El fentanilo sigue causando estragos a ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos, a pesar de que las fuerzas de seguridad mexicanas siguen decomisando esta sustancia y las autoridades antinarcóticos en Estados Unidos alertan sobre la creciente circulación de pastillas adulteradas mezcladas con el letal opioide sintético.

Antilavadodedinero / Insightcrime

Recién hace una semana, el 13 de octubre, agentes de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (Customs and Border Protection, CBP) en Arizona descubrieron en un compartimiento oculto de una camioneta decenas de miles de pastillas de fentanilo presuntamente ilegal, que pesaban más de 20 kilos.

Menos de un mes antes, la Administración para el Control de Drogas (Drug Enforcemente Administration, DEA) publicó su primera alerta de seguridad pública en seis años. Advertía sobre los riesgos para los usuarios de las píldoras mezcladas con dosis letales de fentanilo y metanfetaminas, pero comercializadas por los expendedores como analgésicos de venta por prescripción médica, como la oxicodona (Oxycontin).

Según la alerta, entre enero y septiembre de 2021, los agentes de la DEA decomisaron más de 9,5 millones de pastillas adulteradas mezcladas con fentanilo y metanfetamina. Y los decomisos desde 2019 presentan un aumento cercano al 430 por ciento.

El crimen organizado en México produce la gran mayoría de fentanilo ilícito decomisado en Estados Unidos. El día después de que la DEA emitió su alerta, la Fiscalía General de México anunció la captura de una persona en el estado de Sonora, al norte del país, presuntamente por transportar 17.100 pastillas de fentanilo. Existe evidencia suficiente para afirmar que las píldoras estaban listas para pasar al otro lado de la frontera.

Incluso la Secretaría de Defensa Nacional de México (Sedena) informó hace poco que sus agentes incautaron 1.225 kilos de fentanilo entre enero y el 21 de septiembre de este año, lo que representa un alza de 16,5 por ciento sobre los decomisos en el mismo periodo de 2020, según información de Milenio.

En los últimos años, grupos criminales como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han ganado una posición dominante en la producción de drogas sintéticas en México. Esos grupos controlan los puertos de México valiéndose de la corrupción de los funcionarios públicos. Esos puertos son puntos claves para la importación de precursores químicos desde India y China, y desde países europeos, como España.

Estados Unidos se encuentra sacudido por una explosión de muertes por sobredosis, cuya principal causa son potentes opioides sintéticos como el fentanilo ilícito. En 2020, los decesos por esta causa alcanzaron un récord de 93.331. Pero la producción masiva de estas sustancias también ha tenido notables efectos secundarios en el consumo de drogas en México.

El año pasado, México contabilizó un total de 1.735 muertes por sobredosis, según datos publicados este año por la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), de la Secretaría de Salud. Aunque la cifra debe estar muy por debajo de lo real, debido a los graves embotellamientos en las morgues del país, las muertes están lejos del récord de decesos reportados en Estados Unidos.

Sin embargo, los consumidores de estupefacientes en México están cada vez más expuestos al fentanilo, muchas veces sin saberlo.

Un diagnóstico realizado en más de 1.000 centros públicos y privados para el tratamiento de adicciones en ese país halló que el número de personas que habían consumido fentanilo pasó de apenas 24 entre 2013 y 2018 a casi 100 en los dos últimos años.

Gráfico cortesía de CONADIC

«En el periodo estudiado, hubo un importante incremento en la detección de casos de consumo de fentanilo», especialmente en los estados del noroeste a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, señaló el informe.

Aunque la mayor parte del fentanilo pasa la frontera, esta sustancia ha entrado a la cadena de suministro de la heroína en ciudades fronterizas como Tijuana. Este es un fenómeno preocupante, ya que el fentanilo ha desplazado a la heroína en algunas ciudades estadounidenses, por los menores costos de producción y la facilidad de la distribución.

Sin embargo, otro informe de la CONADIC, que analizaba los patrones de consumo de fentanilo y otras sustancias entre 254 participantes de los estados de Baja California, Chihuahua y Sonora, descubrió que muchos consumidores «no sabían que [lo que estaban consumiendo] era fentanilo».

De los encuestados, solo seis dijeron haber consumido fentanilo en alguna oportunidad. También informaron que en las calles, la droga se conoce por otros nombres como: «China White, M30, heroína sintética o polvo blanco».

De la misma manera como las píldoras de opioides adulterados mezclados con fentanilo pretenden engañar a los consumidores en Estados Unidos, es evidente que los nombres callejeros se escogen como una manera de ocultar el verdadero contenido de las sustancias. Por ejemplo, China White, nombre engañoso tomado de una forma potente de heroína surasiática, es en realidad heroína mezclada con fentanilo en polvo.

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