Si hay un lugar que nos resulte familiar y conocido por nada que tenga que ver con una buena noticia, ese es, sin duda, los laboratorios de Wuhan y sus alrededores. La duda sigue estando en el aire, aunque lo que sí está claro es que el viaje de otra epidemia, que está cobrándose miles de vidas al año, es el fentanilo.
Antilavadodedinero / Diariodesevilla
Durante mucho tiempo, la idea de que el virus que provocó el origen del SARS-COV2 podría haber escapado de su interior fue rechazada por la comunidad científica, calificándola de inverosímil e ilógica. Sin embargo, a medida que se conoce más sobre el virus, esta hipótesis ha cobrado fuerza en otros núcleos médicos, institucionales y sociales.
La duda sigue estando en el aire, aunque lo que sí está claro es que el viaje de otra epidemia, que está cobrándose miles de vidas al año, comenzó detrás de las puertas de otro laboratorio de la ciudad china. Wuhan es el hogar de muchos proveedores globales de los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo, una potente droga sintética que mata por sobredosis a alrededor de 30.000 estadounidenses cada año.
Es cierto que la finalidad de su creación fue la de servir como un potente analgésico para enfermedades que provocan dolores intensos, pero un nuevo y letal giro lo ha convertido en una sustancia que aparece camuflada como otros fármacos y drogas para potenciar su efecto. Y lo más trágico y preocupante de la situación es que está provocando la muerte en las aulas americanas de personas cada vez más jóvenes.
Entre las muchas y fatales historias que se han podido conocer en los últimos años, hace tan solo unos días Melanie Ramos, de 15 años, fue hallada muerta a causa de una sobredosis de fentanilo en el baño de su colegio, junto con otra amiga de su misma edad que resultó inconsciente. Según han indicado las autoridades al cargo de la investigación, las jóvenes fueron a comprar Percocet, un narcótico para el dolor muy de moda en EE.UU, sin saber que estaba adulterado con fentanilo.
Esta practica está resultando de lo más común entre ‘comerciantes’ de este submundo. Lo hacen porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa un colocón o high, lo que lo convierte en una opción más económica. En este sentido, la Agencia Antidrogas de EE.UU explica en un mensaje de alerta que las sobredosis relacionadas con el fentalino están aumentando alarmantemente y representan »una amenaza significativa a la seguridad y salud pública». Pero ¿Qué es realmente el fentanilo? ¿Cómo funciona y qué efecto tiene en las personas que lo consumen?
¿Qué es?
El fentanilo, un opioide sintético, es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Los opioides son drogas que están presentes de forma natural en la planta de la amapola. Algunos se elaboran de esta planta, mientras que «otros como el fentanilo se crean en laboratorios donde los científicos utilizan la misma estructura química para fabricar opioides sintéticos», explican en el National Institute on Drug Abuse de EE. UU.
En este caso concreto, existen dos tipos de esta ‘droga’: El primero, uno de calidad farmacéutica que prescriben los médicos para el dolor intenso. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), el fentanilo se conoce en los formularios de prescripción médica como Actiq, Duragesic y Sublimaze.
Cuando se consume bajo prescripción médica, el fentanilo es administrado por inyección, parche transdérmico o en pastillas. Sin embargo, suministrado por medio de una vía no farmacéutica y sin conocimientos, el fentanilo es vendido como polvo, añadido a papel secante, envases de gotas para los ojos, aerosol nasal o agregado a otras drogas o pastillas para aumentar su efecto.
En nuestro país, según la Agencia Española del Medicamento, el consumo de fentanilo en España se había doblado entre 2010 y 2016, y un 60% del «abuso» detectado lo era en pacientes no oncológicos o con enfermedades para las que este compuesto resulta un analgésico seguro y eficaz.
¿Cómo actúa?
El fentanilo se une a los receptores opioides en las partes del cerebro que controlan el dolor y el estado de ánimo, lo que reduce la sensibilidad y hace que sea «difícil disfrutar de otra cosa que no sea la droga», indican los expertos.
»Una vez que una persona es adicta, el uso y abuso de drogas se apodera de sus vidas», dijo el NIDA. Los efectos del fentanilo incluyen felicidad extrema, somnolencia, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, dificultad para respirar y pérdida del conocimiento. Además, la sobredosis de fentanilo puede causar efectos secundarios más graves y síntomas potencialmente mortales.
Los síntomas de sobredosis incluyen pupilas pequeñas, contraídas y puntiagudas, quedarse dormido o perder el conocimiento, respiración lenta, débil o ausente, asfixia o arcadas, cuerpo flácido, piel fría, húmeda o escamosa (especialmente labios y uñas).
Según los CDC, más de 150 personas mueren cada día por sobredosis de opioides sintéticos como el fentanilo. Las drogas mezcladas con fentanilo son extremadamente peligrosas. El problema es que no hay manera de saber si las drogas tienen un alto contenido de fentanilo por el gusto o el olor, las tiras reactivas de fentanilo son la única manera de saber qué cantidad de droga se encuentra en el organismo.
Más barata y potente que la heroína
Como hemos mencionado, los químicos principales que componen esta letal droga, se fabrican en empresas chinas de manera legal. Pero el camino hasta llegar a lo que se ha convertido en estos días, tiene una conexión directa con la pandemia. Los primeros meses de 2020, se observó que el precio de este potente opioide había aumentado en el mercado negro. Según una investigación de Los Angeles Times, la producción de esta droga se ha visto especialmente afectada durante este tiempo al depender de «ingredientes químicos procedentes principalmente de Wuhan (China)».
Los mayores clientes fueron los cárteles mexicanos de la droga, que han abrazado el fentanilo en los últimos años porque es más barato y más fácil de producir que la heroína. Desde entonces, según la comunidad médica, se producen docenas y docenas de casos asociados con los efectos negativos de esta droga. Fármacos identificados como oxicodona o Percocet, opiáceos menos potentes, resultan contaminados con fentanilo, una sustancia mucho más poderosa e intensa.
Los que son adictos a esta sustancia de manera activa, afirman que los motivos que están detrás es su ‘colocón’ inmediato y la potencia de sus efectos. La heroína, por ejemplo, en comparación, suministra una sensación más duradera, pero menos inmediata, por lo que resulta más fácil de tratar en caso de una sobredosis. Es más barato y el efecto es mejor, dos factores potencialmente peligrosos en personas adictas.
El caso es que la droga también es mucho más letal incluso en dosis bajas. Por lo tanto, si hay signos de sobredosis, los CDC recomiendan llamar al 911 de inmediato, administrar naloxona si está disponible, tratar de mantener a la persona afectada despierta y respirando, y esperar para evitar la asfixia.